Quinielas. Arenas y Basagoiti, ambos de la máxima confianza de Rajoy, suenan como principales candidatos para reforzar al Ejecutivo. :: JOSÉ RAMÓN LADRA
ESPAÑA

Más peso político

El presidente del Gobierno sopesa el momento idóneo para dar aire al Ejecutivo con nuevos ministros

MADRID Actualizado: Guardar
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Mariano Rajoy y sus trece ministros llevan un año remando contra corriente. «No he tenido mucho que celebrar desde que soy presidente», ironizó el propio Rajoy tras trascender la adjudicación del Plan Industrial 2014-2016 de Renault para las plantas españolas.

El Gobierno necesita oxígeno después de permanecer inmerso durante once meses en un bucle interminable de recortes, ajustes y otras decisiones impopulares.

El líder del PP dirime ahora cuál es el momento idóneo para dar el paso de incorporar savia nueva al Consejo de Ministros. «A Rajoy siempre le ha costado mucho trabajo tomar la decisión de relevar a alguien, sobre todo si se trataba de un alto dirigente del partido», apunta un representante del Ejecutivo.

Los que más lo conocen explican que el presidente puede optar por una crisis de Gobierno por adición, es decir, incorporar a uno o dos ministros sin prescindir de nadie o, directamente, sustituir a alguna de sus actuales piezas. La primera opción, según esta misma fuente, podría producirse de manera inmediata, incluso antes de final de año. La segunda, más delicada, la retrasaría hasta después de las elecciones al Parlamento Europeo, que se celebrarán en 2014. «Cambiar a un ministro en el primer año de mandato puede interpretarse como síntoma de debilidad y Bruselas y los mercados internacionales están muy pendientes de la solvencia del Gobierno de España», explica otro alto cargo del Ejecutivo.

En cualquier caso, todas las fuentes consultadas hacen hincapié en que Rajoy abordará esta cuestión con el sigilo y la cautela que, por ejemplo, siguió a la hora de hacer público su primer Gabinete.

Arenas y Basagoiti

Más coincidencia existe a la hora de destacar una cualidad común que tendrán las nuevas incorporaciones: un notorio peso político, experiencia contrastada y buenas dotes de comunicador.

Varios barones del partido han lamentado el aparente paso atrás que han dado algunos ministros en los últimos meses. La crítica alude, en concreto, al poco protagonismo en los medios de comunicación de algunos ministros que «parece que quieran evitar quemarse», expone con preocupación un dirigente del PP que teme que el presidente esté demasiado desguarnecido ante las críticas de sus rivales políticos.

Apenas comienzan a sonar los tambores de crisis de Gobierno, las quinielas con ministrables comienzan a florecer.

Los primeros nombres que han saltado a la palestra son los de Javier Arenas y Antonio Basagoiti. Cumplen a la perfección con el perfil de dirigentes curtidos en mil batallas y, además, no rehuyen la presión que supone una sobreexposición mediática.

Prueba de que ambos saben el terreno que pisan es que ninguno quiere dar pábulo a tal posibilidad.

Los dos, que han tocado techo en sus respectivos territorios -aunque por motivos distintos-, encajarían al frente de algunas de las reformas estructurales que quiere acometer Rajoy en los tres años que resta de legislatura como la autonómica y la local.

Arenas, además de haber logrado una victoria histórica en Andalucía, aunque insuficiente para gobernar, jugó un papel clave para que Rajoy consiguiera salir victorioso del Congreso Nacional del PP de 2008, en los que algunos, de manera soterrada, pedían su cabeza tras la segunda derrota en las elecciones generales.

Basagoiti, por su parte, se ha convertido en una de las referencias territoriales del PP. Y, tras años de sacrificios al frente de los populares vascos, dejó ver tras las elecciones vascas del pasado octubre que quiere iniciar una nueva etapa política.