Monedas recuperadas del pecio de 'La Mercedes', piezas que viajarán al Museo Nacional de Arqueología Subacuática. :: JAIME GARCÍA
Sociedad

Cartagena se queda con la plata

El Gobierno mantiene abierta la posibilidad de realizar préstamos y exposiciones itinerantes en otros centros, incluida Latinoamérica El tesoro del Odyssey se custodiará en el Museo de Arqueología Subacuática

MADRID. Actualizado: Guardar
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El tesoro del Odyssey ya tiene casa: se alojará en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática (Arqua), con sede en Cartagena. Después de arduos litigios que comenzaron en 2007, por fin se sabe su destino. El preciado cargamento, uno de los más pesados en la historia de los naufragios -como dejó escrito Perez Galdós en 'Trafalgar'-, viajará antes de que termine el año a Arqua porque es el mejor dotado por su «infraestructura y personal». Las piezas que transportaba la fragata 'Nuestra Señora de las Mercedes' suman 574.553 monedas, de las cuales 212 son de oro y la inmensa mayoría de plata. Con esta decisión se cierra una larga disputa institucional.

Nada menos que una treintena de centros porfiaba por las monedas. Para aplacar el disgusto de los que se han quedado con las ganas de ver de cerca la fortuna, una exposición itinerante (o varias, si las peticiones son muchas) recorrerá España para satisfacer la curiosidad de los interesados, según explicó ayer el director general de Bellas Artes y Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas, Jesús Prieto.

Una pequeña muestra de 5.138 monedas, ya restauradas, será trasladada al Museo Arqueológico Nacional de Madrid para su estudio, al contar esta institución con uno de los mejores equipos de numismáticos del país.

Ahora queda por delante un fatigoso trabajo de catalogación, tarea para la que se emplearán «técnicas pioneras de detección visual». En esta labor está previsto que se inviertan al menos 18 meses. Si la tarea se hiciera manualmente por expertos, se tardarían nada menos que 20 años para describir las piezas, que pesan 14,5 toneladas.

Prieto dijo que se mantendrá la «unidad de la colección» en Cartagena, lo cual no impide que se lleven a cabo préstamos y depósitos a otros museos. El tesoro lo integran monedas acuñadas durante los reinados de Carlos III y Carlos IV, entre finales del siglo XVIII y comienzos del XIX. Aparte del patrimonio monetario, la empresa de 'cazatesoros' Odyssey Mariner Exploration ha devuelto algunos objetos que retenía en Gibraltar, como gemelos, botones, gargantillas, hebillas de cinturón, trozos de vajilla, fragmentos de tenedores y monóculos cuyos cristales se conservan completos. Las piezas se acuñaron en los virreinatos americanos en las Casas de Moneda de Lima, Potosí, Popayán y Santiago de Chile. Con estos bienes, a los que se añaden bolas de plomo, tabaqueras y barras de estaño, los historiadores disponen de un material abundante para reconstruir la historia de la nave, su tripulación y pasajeros.

Gracias al tesoro recuperado se podrá hacer una labor de divulgación de una etapa histórica muy interesante, la que protagonizan las guerras napoleónicas y que precede a la transición del absolutismo al liberalismo.

Según Prieto, el Arqua es el lugar «lógico» e idóneo para alojar las piezas. «Parece que se hubiera creado, en su día, para albergar este cargamento», dijo Prieto, quien subrayó su voluntad de cooperar con las comunidades que reclaman el tesoro. La Junta de Andalucía no renuncia a seguir «peleando» por acoger el cargamento.

Costa portuguesa

La fragata, que se hundió en 1804 en la batalla del Cabo de Santa María, en la costa portuguesa del Algarve, llevaba a bordo una ingente cantidad de monedas de plata, la mayoría de las cuales pertenecen a la época de Carlos IV, y fueron fabricadas en la ceca de Lima. La mayor parte está integrada por reales de a ocho de plata, mientas que el lote de oro lo forman piezas con valor de ocho escudos. De las más de 574.000 monedas rescatadas, 265.157 están apelmazadas y así continuarán, sin ser separadas para evitar dañar su valor arqueológico. En realidad la cifra exacta de piezas se ignora, pues se ha hecho una estimación a partir de su peso.

Aún no está claro si serán una o varias las muestras itinerantes que viajarán por el territorio nacional. Dependerá del interés y las peticiones que efectúen las comunidades autónomas. Las monedas, al ser declaradas Bien de Interés Cultural, se convierten en elementos «inalienables e imprescriptibles», de manera que no se pueden disgregar ni comerciar con ellas. Por ello es ocioso cifrar el valor económico de la pródiga colección, que algunos valoran en unos 380 millones euros.

El Ministerio está dispuesto a prestar monedas a países latinoamericanos, como es el caso de Bolivia, cuyo presidente, Evo Morales, firmó un memorando con España para exponer y ser depositaria de algunas piezas. El director del Arqua, Xavier Nieto, alegó que el cargamento como el de 'Nuestra Señora de las Mercedes' representa «un documento histórico de primer orden».