CiU ve factible llegar a un acuerdo de legislatura con Esquerra
El presidente catalán se muestra dispuesto a ceder en cuestiones económicas aunque mantiene el recorte de 4.000 millones
BARCELONA. Actualizado: Guardar«Esto puede salir bien y mi compromiso es que salga bien». El presidente catalán, Artur Mas, está convencido de que las negociaciones entre CiU y ERC para alcanzar un acuerdo sobre la gobernabilidad de Cataluña llegarán a buen puerto. Eso sí, la fórmula de Gobierno resultante es muy probable que no sea la ideal para sus intereses.
Mas, que ayer compareció por primera vez en el Palau de la Generalitat tras las elecciones del domingo, volvió a ofrecer a Esquerra un Gobierno de coalición, un modelo que considera idóneo para las circunstancias actuales, pero que los republicanos han rechazado en repetidas ocasiones a lo largo de esta semana y que el propio presidente de ERC, Oriol Junqueras, descartó en la reunión que mantuvieron el miércoles. Por ello, admitiendo la dificultad de que Esquerra afloje en su planteamiento,el líder de CiU, que no descarta al PSC, abrió la puerta a trabajar una alianza que le dé «máxima estabilidad» a través de apoyos externos «permanentes».
Todo ello basado en un programa conjunto de legislatura, en el que debería haber aportaciones y renuncias de ambas partes, pero que tenga tres ejes irrenunciables: lucha contra la crisis, el mantenimiento del Estado del bienestar y el derecho a decidir, aspiración que Mas cree que ha quedado reforzada tras las elecciones, ya que entre CiU, ERC, ICV y CUP han sumado un escaño más (87 de 135) que CiU, ERC, ICV y SI hace dos años.
En principio, sobre este último punto, parece haber mayores coincidencias, aunque ERC y CiU difieren en los tiempos. Los republicanos quieren convocar la consulta en septiembre de 2013. «Una cosa es ir más deprisa, y otra, ir de cualquier manera», dijo Mas. Como Duran i Lleida y Oriol Pujol, advirtió a ERC de que si no apoya a CiU peligra la celebración misma de la consulta. Porque, a su juicio, si no hay un gobierno fuerte, estable y serio, Cataluña no podrá superar la crisis, ni consolidar el Estado del bienestar, ni cumplir sus proyectos.
Lo que es una incógnita es cómo conseguirá compatibilizar el futuro Gobierno un recorte «obligado por la UE» de 4.000 millones de euros con las exigencias socioeconómicas de ERC. «Todos tendremos que ceder en alguna cosa», admitió». Él mismo parece haber renunciado a las posturas maximalistas que alimentaron su campaña como la reivindicación de un Estado propio. «De eso -adujo- ya se hablará de aquí a un tiempo».