Sociedad

La escultura poética y humana de Jaume Plensa gana el Nacional de Arte

MADRID. Actualizado: Guardar
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Jaume Plensa (Barcelona, 1955), uno de los artistas españoles más internacionales, exponente de la nueva escultura que ocupa grandes espacios públicos, fue reconocido ayer con el Premio Nacional de Artes Plásticas en su edición de 2012. Para el jurado que le concedió el galardón, dotado con 30.000 euros, Plensa es el artífice de la «humanización del espacio urbano». Además, el creador catalán se ha hecho acreedor del premio por su «aportación al diseño escenográfico», que se materializa en sus trabajos para el grupo La Fura dels Baus.

Plensa es un artista polifacético, uno de esos creadores globales que se ha labrado una reputación en la escultura, la escenografía y el figurinismo teatral. Sus obras, en las que abundan las figuras humanas, las caligrafías etéreas, los sutiles engarces de letras y números, conforman esculturas generalmente de grandes proporciones que entroncan con la tradición mediterránea. Sus obras están repartidas por todo del mundo, desde la Galería Nacional du Jeu de Paume de París al Museo de Arte Moderno de Malmö en Suecia, pasando por el Reina Sofía o el Henry Moore Sculpture Trust del Reino Unido.

Bautizado como el Leonardo del siglo XXI, Plensa es un artista autodidacta que empezó trabajando el hierro forjado y fundido para dedicarse después a materiales tan diferentes como el plástico, el alabastro, la resina, el cristal o el nylon, sin despreciar las aportaciones de la luz, el sonido e incluso la nieve.

Obras suyas son 'Eco', una enigmática y monumental escultura del rostro de una niña, que se ha convertido en una de las visitas obligadas para todo aquel que viaja a Nueva York; 'Dream', una portentosa cabeza de veinte metros de altura también de una niña con los ojos cerrados que se erige en Sant Helens, cerca de Liverpool, y, sobre todo, 'Crown Fountain', una fuente integrada por dos torres esbeltas que escupen agua y que emiten imágenes de los habitantes de Chicago. Concebida para celebrar el nuevo milenio, 'Crown Fountain' es una de las propuestas más osadas y rompedoras de Plensa. Las dos torres están unidas por un estanque, en un audaz mestizaje de agua, vidrio y luz que supuso todo un hito en la carrera del artista. Aparte del espacio escultórico, el lugar se ha convertido en un lugar de esparcimiento de adultos y niños. La construcción de la 'Crown Fountain', ejecutada en colaboración con el Instituto de Arte de Chicago, supuso un proceso prolijo y exigente en el que se invirtieron cuatro años.