Sociedad

Orgullosos del comediante del pueblo

Santiago Segura reivindica la figura de Tony Leblanc, un «ídolo» al que rescató del ostracismoEl actor madrileño eligió para su lápida la frase 'Aquí yace un cómico. Fin de la primera parte'

MADRID. Actualizado: Guardar
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La ciudad contuvo las lágrimas para despedir a uno de sus hijos. No llovió, y eso que el Madrid dominical despertó con un cielo que hacía presagiar agua. Cuando los operarios municipales del teatro Fernando Fernán Gómez a las nueve de la mañana, un goteo de personas anónimas acudieron a la plaza de Colón para despedir a uno de los cómicos más grandes del teatro y del cine español. Sobre todo, personas mayores, aquellas que durante décadas disfrutaron del humor de las películas de Leblanc, Fernando Fernán Goméz, José Luis López Vázquez, Pepe Isbert, Paco Martínez Soria o Concha Velasco.

La actriz vallisoletana, compañera del intérprete madrileño en 'Las chicas de la Cruz Roja' o 'Los tramposos', fue una de las compañeras de profesión que quiso estar junto a la familia en el adiós. «Tenía tanta luz que no necesitaba chupar foco para quitárselo a los compañeros. Para mí, Tony Leblanc lo ha sido todo. Era mi hermano, mi maestro», comentó después de dar el pésame a Isabel, la compañera inseparable del cómico durante décadas.

La misma tristeza que embargaba a Velasco se apreciaba en el rostro de Santiago Segura. El actor que recuperó de su retiro a Leblanc para su debut como director en 'Torrente' -que al veterano intérprete le valió un Goya como actor de reparto- calificó de «ídolo» a Leblanc. También se emocionó cuando los hijos del finado le recordaron que él había sido el culpable de la longevidad de su padre, al darle la vitalidad necesaria para seguir gracias a los sucesivos 'Torrentes'. «Si estuviera viéndonos, seguro que estaría contando los medios y la gente que ha venido y diría: 'Ha habido más que cuando murió fulanito'. En esto, también era muy competitivo», dijo Segura. También la elección del lugar de la capilla ardiente tiene un toque de humor castizo. A Leblanc le gustó el sitio cuando se fue a despedir de otra de las grandes figuras del mundo artístico del siglo XX: Lola Flores. «Era un trabajador del espectáculo, de dobles y triples funciones, de jornadas de 23 horas que se acaban hoy (por ayer) con él», prosiguió el director y actor. «Es la primera vez que le he visto sin estar contento. Estaba ahora viéndole y está perfecto, guapísimo. Pensaba que en cualquier momento se iba a levantar a bailar», remachó Segura.

Segura lo recuperó para las nuevas generaciones con la saga más irreverente del cine español, pero muchos compañeros quisieron recordar el gran bagaje de sus años más activos. «Ha sido un maestro, en el que se ha dado todo el casticismo y la gracia de Madrid durante muchísimos años. Además era el referente más claro de la comedia desde hace muchos años», explicó Carlos Iglesias, actor y director de 'Un franco, 14 pesetas' o 'Ispansi'. El presidente de la Academia de Cine, Enrique González-Macho, también hizo una defensa de ese cine de los años sesenta y setenta y del que a veces se habla «de forma despectiva».

Otro cómico, Juan de Dios, recordó con media sonrisa ese humor tan madrileño. El exmiembro de Cruz y Raya narró que cuando iba a tomar café a casa de los Leblanc hablaban de muchos temas; y uno de ellos era la muerte. Quería que en su epitafio pusiera 'Aquí yace un cómico. Fin de la primera parte'. El humorista no sabe si su familia, que enterró a Leblanc en la más estricta intimidad a media tarde en el cementerio madrileño de La Almudena, siguió los consejos del patriarca o se lo tomó como una broma más de este genio de la comedia. Un viaje que Leblanc no hizo solo. Junto al féretro, yacían tres cartas firmadas por otros tres representantes de la comedia y la interpretación ya fallecidos: Paco Rabal, Gila y Fernando Fernán Gómez.

En este goteo de personalidades se encontraban el productor Enrique Cornejo y los actores Imanol Arias (compañero de Leblanc en 'Cuéntame'), Laura Valenzuela, Sara Montiel y Pilar Bardem. «Era como un miembro más de la familia, una especie de pariente listo que siempre hacía trampas», indicó la matriarca de la saga Bardem.

Por la capilla ardiente también se acercaron la alcaldesa de Madrid, Ana Botella y el ministro de Educación, Cultura y Deportes. José Ignacio Wert destacó que era «el mejor de la generación de los grandes cómicos». «Es un ejemplo de superación para todos», indicó el ministro.