Obélix toma una cerveza en su visita a Bretaña. :: R. C.
Sociedad

Una buena jarra de cerveza

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«Una taza de agua hervida con una nube de leche». La sorpresa de Obélix supera su tamaño al escuchar tan rara petición, claro está que es hecha por un bretón. El galo es incapaz de entender cómo se puede pedir tan insípida bebida cuando hay para elegir cerveza. Sin embargo, y aunque es cierto que los celtas bebían casi siempre sus 'pintas' y los griegos, vino -en ocasiones rebajado con agua-, había grandes consumidores de tan saludable líquido (por supuesto, sin nube ni bolsita de té). Sin ir más lejos, los íberos. Claro que quizás Obélix hubiera preferido el agua a la más que tibia cerveza bretona -servida en unas jarras de madera sujetas con aros de hierro- que por su cara en las viñetas de 'Astérix en Bretaña' nada tenía que ver con la egipcia, una de las mejores del mundo, a pesar de su alta graduación que superaba en muchas ocasiones a la del vino, según pudo constatar el historiador griego Diodoro de Sicilia.