DEL NEGRO AL BLANCO

Del blanco al negro o del negro al Blanco. Cambio radical, 'bandazo' absoluto para trocar el rumbo timorato de la nave. De un recién llegado a uno que parecía haberse ido. De la juventud a la veteranía, del hambre del novato a la extrema experiencia. Lógico, pero cuidado con esos golpes de timón no vaya a volcar el barco, muy inestable.

La postura de los dirigentes del Cádiz es tan razonable como discutible. Era necesario un golpe de efecto pero éste es de tal magnitud que pone en entredicho el proyecto. Es más, lo vacía de sentido, o lo destruye y sobre sus cenizas se levanta otro ¿proyecto?

Un cambio, del negro al blanco, que no afecta de momento a la plantilla (mantiene el mismo color) pero debe notarse sobre el terreno desde ya. Mañana ha de comprobarse ese cambio. Cambio de actitud, cambio de mentalidad. Cambio o corto. Y en ocho días, en el Carranza. Afición al unísono, sin fisuras, de principio a fin, comprensiva, madura, responsable y unida. La razón de estado, el fin justifica los medios.

Muchos estarán de acuerdo, y otros tantos no, en la elección del nuevo técnico. Chirría. Ramón no estaba en las quinielas, ni siquiera él lo esperaba. Hasta el martes al mediodía se admitía el debate, pero ya se cierra. Es infructuoso, y solo consuela a los mezquinos del 'ya lo dije yo'. Es el entrenador del Cádiz y como tal el capitán encargado de salvar al club del naufragio. Eso ya no va a cambiar, más vale que cambien otros al ser el único camino.

Salidos del atolladero, con la esperanza de que más pronto que tarde, y más vale tarde que nunca, se analizará y criticará el proceder de la entidad, sus acciones, los movimientos y sus resultados. Porque sigue quedando la sensacion, la realidad, de que aquí últimamente, venga quien venga, todo sigue igual o peor. Nada cambia.