Pedro Buenaventura se juega ante su pasado la tranquilidad de la media tabla

La vida le sonríe al Sanluqueño. Desde que el San Fernando le superara en el derbi, los verdiblancos han sumado siete puntos de nueve y han alejado momentáneamente los fantasmas del descenso. Es más, ya se encuentran igualados a puntos con el Cádiz y dispuestos a mantener esta excelente racha con otro triunfo en casa.

Los de Sanlúcar son conscientes de que sus opciones pasan por hacerse fuertes en El Palmar y especialmente en partidos como el de esta tarde. Reciben al Cacereño, un ejemplo en este grupo de como hacer bien las cosas con un presupuesto limitado. Superan a los gaditanos en dos puntos, por lo que una victoria local serviría para rebasarlos en la tabla y dormir tranquilamente en la zona templada de la clasificación.

El morbo lo pone Pedro Buenaventura. El técnico del Sanluqueño trabajó el último año y medio en Cáceres como director deportivo. «No tengo ningún ánimo de revancha», asegura el sevillano, que huye del protagonismo. Tiene las bajas de Javi, Ezequiel y Diego Ramírez, y un once muy definido.

Su homólogo en el banquillo extremeño, Julio Cobos, tendrá cinco bajas en este encuentro. No recupera por el momento a ninguno de los tres lesionados, que son Gonzalo, Raúl Medina y Vargas, y además pierde a Rubén Palero y Esteve. No obstante, recupera a Mario Carrizosa y Santi Amaro, que volverán a la titularidad en las posiciones de central y medio centro. El choque se ha adelantado porque el Cacereño juega el duelo copero entre semana con el Málaga. Tiene que remontar un 3-4.