Mas pide dimisiones en Interior por el informe de las cuentas suizas
El socialista Borrell cree que ha quedado acreditado que el presidente catalán tenía dinero en el extranjero
BARCELONA. Actualizado: GuardarSolo quedan dos días de campaña y ya nadie se acuerda del derecho a decidir, del Estado propio o de los recortes. Sobre todo CiU, que ha aprovechado la publicación del informe sobre las supuestas cuentas suizas de Artur Mas y Jordi Pujol para presentar la filtración como un ataque a Cataluña. Le sirve además como argumento para reclamar una mayoría absoluta más necesaria que nunca, según los nacionalistas, para que la Generalitat tenga la máxima capacidad de defensa frente al Estado a partir del día después de las elecciones.
CiU ya hace días que cree que la polémica no solo no le afecta, sino que puede beneficiarle electoralmente. Mas aborda el asunto en cada una de sus intervenciones, no se esconde y rebate. Al principio, la federación nacionalista perdió la iniciativa de la campaña, pero ya la ha recuperado y exige «dimisiones» en el Ministerio del Interior. «Aquí hay determinadas connivencias, que no conocemos con detalle, por lo que ha llegado la hora de pedir explicaciones, y si no hay explicaciones tendremos que pedir responsabilidades», dijo ayer Artur Mas, apuntando a la cúpula de Interior, a cuyo frente está el catalán Jorge Fernández Díaz.
Para el presidente y candidato de CiU, el hecho de que seis días después el Ministerio del Interior no haya localizado el borrador policial es una «evidencia» de que todo «ha sido un montaje con la finalidad de intentar alterar, por vías no democráticas y seguramente no legales, el resultado de las elecciones».
Según la tesis convergente, la filtración del supuesto informe es un ejemplo de la ofensiva que emprenderá el Estado a partir del día después del 25-N para tratar de frenar el proceso soberanista. Un mensaje de enfrentamiento, «intentan destruirme», repite Mas en cuanto puede.
Bumerán
«¿El montaje acabará influyendo como pretenden o en sentido contrario?», se cuestionó ayer el candidato a la reelección. Él mismo respondió: «Los ataques a CiU volverán como un bumerán», señaló. «Espero que se produzca una reacción democrática que dé una lección a este estilo de hacer política», remató.
Que el asunto de la supuesta corrupción puede beneficiar a CiU lo corrobora también el hecho de que el resto de formaciones, al menos los primeros espadas, pasen ahora de puntillas sobre las cuentas suizas, como se vio con Rajoy y Sánchez Camacho el martes en el mitin central del PP en Barcelona. «Estas informaciones no sabemos de dónde salen, pero pedimos la máxima transparencia por parte de todos y que se explique la verdad», dijo el candidato del PSC, Pere Navarro. «Le reclamo que diga lo mismo que yo dije: que no tengo ni he tenido nunca cuentas en un paraíso fiscal», añadió.
Afirmaciones de perfil bajo que recibieron el contrapunto por parte del exministro Josep Borrell: «Ha quedado acreditado que el señor Mas era beneficiario de una cuenta corriente con centenares de millones de pesetas en Suiza. Si esto le hubiera pasado a Obama, habría quedado absolutamente descalificado como candidato», afirmó. En el PP, las acusaciones llegaron desde el vicesecretario Esteban González Pons. «Sólo tiene que aclarar si lo que dice el borrador del informe policial es verdad o no», expresó.