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Botella echa a dos altos cargos por ocultar datos del Madrid Arena
La alcaldesa revela que la empresa pública que gestiona el recinto dio trato de favor al promotor de la fiesta de Halloween
MADRID. Actualizado: GuardarLa alcaldesa de Madrid, Ana Botella, hizo ayer la primera purga interna tras la trágica muerte de cuatro jóvenes, una de ellas menor, en la macrofiesta de Halloween en el pabellón municipal Madrid Arena. La regidora despidió de forma fulminante al consejero delegado y al director gerente de Madrid Espacios y Congresos (Madridec), José Ángel Rivero y Jorge Rodrigo, «por pérdida de confianza» tras acusarles de ocultar información sobre el siniestro.
En concreto, se trata de un documento desconocido hasta ahora que se refiere al compromiso de fidelización firmado el pasado 21 de septiembre por la dirección de Madridec con la empresa Diviertt, organizadora de la macrofiesta de la madrugada del 1 de noviembre, por el que se establecían una serie de condiciones preferentes para la utilización del pabellón Madrid Arena en 2012 y 2013.
«La mera existencia del documento no supone ninguna irregularidad», matizan desde el Consistorio. De hecho, Madridec mantiene acuerdos de este tipo con distintas empresas desde hace años como una fórmula para asegurar la contratación frecuente de sus instalaciones. Además, el acuerdo con la empresa de Miguel Ángel Flores, imputado por el siniestro, suponía la renovación de un compromiso similar con esa empresa que existía desde 2008.
Estas destituciones llegan después de que el presidente de Madridec, el delegado de Economía del Consistorio, Pedro Calvo, dimitiese tras conocer su imputación, aunque mantiene el acta de concejal. El PSOE, sin embargo, defiende que la responsabilidad política también alcanza a la alcaldesa, al vicealcalde, Miguel Ángel Villanueva, que mantiene una estrecha relación con Flores, y al delegado de Medio Ambiente, Movilidad y Seguridad, Antonio de Guindos, hermano del ministro de Economía.
Por lo que respecta a la parte judicial de la tragedia, ayer declaró el segundo de los imputados, el propietario de Kontrol 34, Carlos Manzanares Rodríguez, cuya empresa fue contratada por Diviertt para el macroevento.
Tareas «auxiliares»
Manzanares se desvinculó de las labores de seguridad en la fiesta de Halloween, aunque en la documentación aportada por Madridec figura como responsable del control de los accesos y la seguridad en el interior del recinto. Un extremo que fue negado por su abogado, Óscar Zein, quien recordó que la única compañía de seguridad esa noche era Seguriber, la empresa contratada por el Ayuntamiento de Madrid. Una versión similar a la que dio el martes Miguel Ángel Flores.
Del listado ofrecido por Kontrol 34, Diviertt contrató 63 personas como «auxiliares» en enfermería, barras, taquillas, camerinos y en la zona de acceso para controlar las entradas. No estaban en los vomitorios, pasillos ni en los túneles. Tampoco controlaban el aforo ni revisaban mochilas. «Todo esto le competía a Seguriber», según Zein.
Flores, a su vez, reconoció en su declaración del martes que imprimió 17.500 entradas para cualquier contingencia, pero vendió 9.650.