Edouard Baer, como Astérix, y Gérard Depardieu, como Obélix, en la última aventura de los irreductibles galos. :: R. C.
Sociedad

La odisea de las adaptaciones de Astérix y Obélix

Uderzo exigió a los productores que en todas las adaptaciones, Gérard Depardieu interpretara al orondo dueño de Ideafix 'Al servicio de su majestad' se basa en las aventuras de los galos con los normandos y en el futuro Reino Unido

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«Año 50, antes de Jesucristo. Toda la Galia está ocupada por los romanos. ¿Toda? ¡No! Una aldea poblada por irreductibles galos resiste todavía y siempre al invasor...» Así arrancan cada una de las historietas de Astérix y Obélix desde que se publicara la primera allá por octubre de 1959 en la revista Pilote, fundada por René Goscinny. Cuando en 1967 los dos galos irreductibles pasaron por primera vez a imagen en movimiento -eso sí animada-, llevaban ya ocho años dando porrazos y comiendo jabalí en los tebeos. Durante décadas, se fueron combinando las publicaciones de los cómics con la salida de películas de animación de no más de una hora (hasta ocho). Pero la ansiada propuesta de llevarla a cine con actores, tardaba en llegar, tanto como la poción mágica a manos de los romanos.

No fue hasta 1999 que la adaptación al cine, con actores de carne y hueso, se hizo realidad: cuatro décadas después de la edición de aquella primera historieta, el cine francés rendía por fin un homenaje por todo lo alto a sus personajes de tebeo más célebres. Hubo dos intentos anteriores para adaptar el cómic al cine en los setenta, pero ambos quedaron truncados. Primero fue Claude Lelouch, que tenía la intención de hacer una adaptación con actores amateurs, una aproximación más experimental que comercial al clásico de tebeo francés. Luego lo intentaría el mítico actor cómico de origen español Louis de Funès, que buscaba interpretar el papel de Astérix.

Pero no fue hasta 1992 que Thomas Langmann -hijo del productor y director Claude Berri y ahora más conocido por estar tras el éxito de 'The Artist'- decidió que era hora de agarrar al jabalí por los colmillos. Langmann convenció a las hijas de los dos creadores de las historietas, y luego al dibujante Albert Uderzo (el guionista René Goscinny había muerto en 1977). Cuando todo estaba encaminado, su padre Claude Berri, que iba a asumir el peso de la producción, se retiró del proyecto, debido a que lo consideraba poco adecuado para la gran pantalla. Solo asumió nuevamente las riendas cuando su hijo, Langmann, que no desistía, logró embaucar en el proyecto a Gérard Depardieu, y el propio Berri convenció al director de comedias Claude Zidi para que se ocupara de la dirección. De hecho, Uderzo y Berri firmaron un contrato compuesto por tres cláusulas que sentaban las bases de futuras adaptaciones: respetar el espíritu de la historieta, utilizar medios importantes para llevarlo a cabo y reservar el papel de Obélix a Gérard Depardieu. Parece que Francia había estado esperando a que el actor francés engordara y se mimetizara con el galo bonachón.

Primer estreno

Finalmente en 1999, justo cuando se cumplían 40 años de la publicación del primer tebeo se estrenó 'Astérix contra Julio César', con Christian Clavier en el papel del ingenioso galo y Roberto Benigni en el de Detritus. Aquella se convirtió en la película más cara de la historia del cine francés (poco más de 40 millones de euros), un récord que se ha ido batiendo con cada una de las adaptaciones realizadas hasta el momento: en 2002, 'Astérix y Obélix: Misión Cleopatra' alcanzó los 50 millones de presupuesto; y en 2008, 'Astérix en los Juegos Olímpicos' marcó un nuevo hito con 78 millones. También se ha ido cambiando de director en cada nueva adaptación, y el papel de Astérix ha sido asumido por tres actores diferentes, si bien a Depardieu no hay quien lo mueva del rol de Obélix.

La segunda de las adaptaciones, 'Astérix y Obélix: Misión Cleopatra', pronto puso de acuerdo a casi todos en que había superado a su predecesora en fidelidad al cómic original. Muchas críticas habían llovido a la primera película por haberse alejado en exceso del tebeo de Goscinny y Uderzo.

La cuota hispana se selló en la tercera entrega cinematográfica: 'Astérix en los Juegos Olímpicos', contó con Santiago Segura y Elsa Pataky entre su reparto, y fue filmada entre Almería y los estudios españoles Ciudad de la Luz de Alicante, debido a que entre los países europeos que la coprodujeron estaba la española Sorolla Films, responsable entre otros de desmanes como la adaptación de 'El Capitán Trueno y El Santo Grial'. Clovis Cornillac asumió en esta ocasión el papel de Astérix, personaje que, al contrario de Obélix, no ha encontrado aún la horma de su zapato.

El ritmo de producción ha sido meteórico desde 1999. Tres filmes en poco más de una década, al que en una semana se sumará uno nuevo: 'Astérix y Obélix al servicio de su majestad', que se estrenará el próximo 30 de noviembre en España, y que está basado en sendos tebeos: 'Astérix y los Normandos' y 'Astérix en Gran Bretaña'. El film cuenta otra vez con nuevo director, Laurent Tirard -responsable de otra adaptación de una obra de Goscinny, 'El pequeño Nicolás'- y Edouard Baer en el papel de Astérix. Y además cuenta con la mayor novedad de la saga: por primera vez veremos a la pareja de galos en 3D.

La heredera de los derechos de René Goscinny -su hija Anne Goscinny- ha dejado recientemente claro que podría haber Astérix para rato: «Mi padre ha escrito 24 libros y Albert ha publicado ocho después de su muerte, así que hay cosas por hacer. Mientras productores, guionistas y actores quieran, se continuará. Si no alteran la obra por el puro placer de transgredir, sino que la hacen suya para hacer una película de calidad, comparable a la de la obra original, sí, habrá más».