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Israel enfría las ansias de tregua
Hamás retrasa el anuncio de un posible alto el fuego al no recibir respuesta alguna por parte del Gobierno de Tel Aviv
GAZA. EL CAIRO. Actualizado: GuardarCinco cuerpos tirados en plena calle en el céntrico barrio de Sheikh Radwan. Ensangrentados y con signos de malos tratos. Están rodeados de una multitud que les grita y les insulta. «Ha llegado una furgoneta hace unos minutos. Sus ocupantes han lanzado a estos hombres al asfalto y luego les han disparado con los AK-47», relata excitado el dueño de un comercio próximo.
Junto a los cadáveres, una lista con sus nombres y su lugar de procedencia. «Son colaboradores de Israel y es un mensaje para todos los habitantes de Gaza, éste es el precio que se paga por cooperar con el enemigo», apunta un joven que ha acudido hasta el lugar nada más enterarse de la noticia de la ejecución.
Por segunda vez desde el inicio de la operación 'Pilar de defensa', el grupo fundamentalista llevó a cabo este tipo de acciones. Ayer fueron seis los presuntos colaboradores liquidados y la semana pasada ya habían sido otros dos. «Se trata de personas que estaban en la cárcel, habían sido juzgadas y condenadas a muerte. En condiciones normales no se les mata así, pero estamos en guerra y Hamás ha querido enviar un mensaje a la población», informó el canal Al-Aqsa, vinculado al grupo islamista que gobierna en la Franja.
Coches y más coches se acercan. Nadie quiere perderse el macabro espectáculo. Con teléfonos móviles en las manos, mayores y niños hacen fotos y van de cuerpo en cuerpo gritando: «¡Dios es grande!».
De pronto, el zumbido de un avión no tripulado suena más cerca de lo habitual y la gente huye en estampida por el miedo a que caiga un misil. Falsa alarma. En lugar del misil, cuatro cohetes salen desde la Franja de Gaza rumbo a Israel -durante todo el día se lanzaron más de 150, según el ejército hebreo- y dejan sus estelas marcadas en el cielo. La tónica de una jornada presidida por el endurecimiento de la ofensiva por parte de los dos adversarios, aparentemente dispuestos a darlo todo hasta el último instante.
Llegan las ambulancias, pero la gente no hace caso de sus sirenas. Con muchas dificultades, los sanitarios consiguen abrirse paso y logran llegar a los cuerpos e introducirlos en ambulancias. Los llevarán directos al tanatorio, donde los familiares podrán al fin recogerlos y enterrarlos. Estas familias quedarán marcadas para siempre.
Los esfuerzos diplomáticos se aceleraron ayer para poner fin a más de una semana de violencia entre las milicias de Gaza e Israel. Hamás aseguraba por la tarde que se había alcanzado una tregua que entraría en vigor la pasada medianoche, una información que Israel no terminaba de confirmar. Según el portavoz de Hamás en El Cairo, Ayman Taha, el cese de las hostilidades se declararía a las 21.00 hora local (ocho de la noche en España). Sin embargo, horas más tarde el grupo integrista informaba de que se retrasaba el anuncio, al no haber recibido contestación alguna positiva por parte de Tel Aviv. La noticia de un posible alto el fuego había sido adelantada por la mañana por el presidente egipcio Mohamed Mursi, que aseguraba que los esfuerzos negociadores de su país «darán resultado positivos en las próximas horas».
Desde Israel, las informaciones sobre la posible tregua eran, sin embargo, contradictorias. Un portavoz del primer ministro hebreo aseguró por la tarde que el acuerdo se estaba aún negociando, pero que no se había alcanzado aún. Otra fuente oficial confirmaba al diario 'Haaretz' el anuncio de Hamás, y aseguraba que los detalles de este cese de hostilidades se finalizarían posiblemente durante la reunión que tenían fijada para anoche el primer ministro Benjayamín Netanyahu y la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, enviada ayer a la región por el presidente Obama.
Según la fuente, el acuerdo, que no sería por escrito, «se centrará en el cese del lanzamiento de cohetes desde Gaza y de los bombardeos del IDF (el ejército israelí)». Otros puntos de la negociación que afectan a Egipto, como los cruces de frontera y el contrabando de armas, se abordarían más adelante.
Ayer fue un día intenso de negociaciones pero, sobre el terreno, la violencia continuó ajena a los posibles acuerdos. El ejército israelí continuó bombardeando diferentes puntos de la Franja, a pesar de la visita que realizó una delegación de la Liga Árabe, encabezada por su secretario general, Nabil el-Arabi. En Cisjordania hubo enfrentamientos entre las fuerzas israelíes y jóvenes palestinos en Hebrón, Nablus y los barrios árabes de Jerusalén oriental, dándose escenas que recuerdan las dos intifadas palestinas de los años 1987-1991 y 2000.
La ANP, gran perdedora
Egipto lleva intermediando desde hace varios días entre las dos partes para poner freno a un conflicto que pone en peligro a toda la región. Las negociaciones han adquirido sin embargo una dimensión más internacional en los últimos días. Además de Clinton, que hoy se reunirá en Ramala con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, y con Mursi, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, también pasó por El Cairo y Jerusalén para pedir un alto el fuego y contención a las partes. ambién Ban tuvo palabras positivas para Egipto, que describió como «líder en la región». «Estoy animado por ver que está usando sus contactos para lograr un alto el fuego», dijo tras lamentar la muerte de civiles tanto en Gaza como en Israel.
La ANP se ha convertido en una de las grandes perdedoras en este conflicto ya que ha quedado relegada a un segundo plano. El Gobierno de Abás no tiene contactos en Gaza, mientras que Hamás se ha convertido en la organización palestina con la que Israel está negociando.