ESPAÑA

Mangouras culpa al Gobierno de Aznar de la contaminación

El capitán del 'Prestige' sostiene que alejar el barco fue «la peor decisión» que se podía tomar

MADRID. Actualizado: Guardar
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El capitán del 'Prestige', Apostolos Mangouras, aseguró ayer que la orden del Gobierno español de alejar el buque fue «la peor decisión» de las que se podían tomar y responsabilizó a las autoridades de extender la contaminación al litoral cantábrico y la costa de Francia con su decisión de enviar el petrolero a «ninguna parte». Se atribuye al entonces ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, el comentario de mandar el buque «al quinto pino».

«La decisión de alejar el barco de la costa fue la peor de las posibles», se defendió el capitán griego, de 77 años, en la nueva sesión del juicio por la peor castástrofe ecológica sufrida en las costas españolas. Mangouras, que se enfrenta a penas de 12 años de cárcel por varios delitos contra el medio ambiente y desobeciencia, explicó ayer que su arresto fue «el peor día» de su vida porque le hicieron sentirse «un criminal», y lamentó ser el único capitán encarcelado por un accidente marino.

Declaró que poner rumbo norte, siguiendo las «órdenes» del Gobierno que presidía José María Aznar, contribuyó a extender el vertido que afectó a 3.000 kilómetros de costa. Su propuesta, recordó Mangouras, era virar al sur.

Después de tres días de preguntas del fiscal, el abogado del Estado y su defensa sobre el accidente del viejo petrolero, concluyó la extensa declaración de Mangouras y comenzó el interrogatorio del jefe de máquinas, el también griego Argyropoulos Nikolaos, que se enfrenta a seis años de prisión. Argyropoulos sostuvo ante las preguntas del fiscal que el buque no tenía ningún problema de funcionamiento. Reconoció que el barco tuvo alguna avería, pero ninguna de ellas era grave. el jefe de máquinas indicó que es «normal» en cualquier buque tener averías en las máquinas, en las que continuamente «hay que estar reponiendo piezas». También explicó que permaneció en el 'Pretige' durante los primeros días de la crisis para «ayudar» a salvar el petrolero.