España no recurrirá al veto por el tijeretazo al presupuesto
BRUSELAS. Actualizado: GuardarEspaña descarta recurrir al veto en la cumbre sobre el presupuesto de la UE que se celebrará mañana y el viernes en Bruselas. Aunque el país podría perder 20.000 millones en ayudas agrícolas y regionales, Rajoy prefiere apostar por una actitud constructiva para convencer a los socios que reclaman un tajo profundo en las cuentas. «Nosotros no amenazamos, sino que queremos un acuerdo justo y equilibrado», remarcó el secretario de Estado para la Unión, Íñigo Méndez de Vigo, tras reunirse ayer con sus colegas.
Méndez de Vigo, que participó en una doble sesión de contactos para acercar posturas, insistió en que no hay ninguna «urgencia» para cerrar un pacto en la cumbre. «Es mejor un buen acuerdo que darse prisa para lograr uno malo», subrayó en referencia a los numerosos encuentros que se han necesitado en otras ocasiones para rematar las negociaciones. De acuerdo a la propuesta del presidente de la UE, Herman Van Rompuy, España sufriría un tijeretazo colosal en las cuentas del periodo 2014-2020. Estos recortes se concentrarían en la Política Agraria Común (PAC) y en los fondos de cohesión que fomentan el desarrollo de las regiones.
En la carta habitual que remite a los líderes europeos antes de cada cumbre, Van Rompuy alerta de que un fracaso sería «dañino» para todos. A su juicio, el bloque tiene que «enviar una señal concreta» a los mercados para que entiendan que Europa «hará todo lo necesario para salir de la crisis». Consciente de las dificultades de alcanzar un acuerdo a las primeras de cambio, ha apostado por una propuesta muy restrictiva concebida para atraer a los llamados contribuyentes netos. Estos socios, que aportan al presupuesto más de lo que reciben, reclaman aplicar la misma austeridad que a las cuentas nacionales.
Los esfuerzos de Van Rompuy parece que empiezan a arrojar los primeros frutos. Suecia y Finlandia, dos de los socios más rigurosos con los ajustes, reconocieron ayer que las posturas no son irreconciliables. Reino Unido también se aleja de la posibilidad de utilizar el veto, aunque exige una reducción más ambiciosa de los costes vinculados a los funcionarios europeos. En el lado opuesto, sin embargo, se sitúa Francia. El Gobierno de Hollande ha tachado de «inaceptables» los recortes y reclama que se mantengan las ayudas a los agricultores. Liderados por Polonia, los socios del Este también están dispuestos a plantar batalla para que las fondos de cohesión sigan engrasando sus economías.