Extraño secuestro exprés del contable de Berlusconi

Un extraño suceso ha vuelto a poner de actualidad al misterioso señor Spinelli, el contable personal de Silvio Berlusconi, un personaje que se hizo famoso en el escándalo 'Ruby' al ser quien pagaba regularmente a las chicas de las fiestas del magnate. Al menos 42 de ellas están bajo 'nómina' de 2.500 euros mensuales, abonados por Spinelli. Pues bien, ayer se descubrió que el 'ragioniere' fue víctima de un violento secuestro exprés en su propia casa el pasado 15 de octubre.

Seis personas, ahora detenidas, le asaltaron cuando salía del ascensor de su inmueble y entraron con él en la vivienda. Lo tuvieron a punta de pistola junto a su mujer toda la noche en un sillón. A las 7.30 de la mañana le obligaron a llamar a Berlusconi para pedirle 35 millones a cambio de documentos que, en teoría, le podían interesar.

Según el relato de Spinelli a la Policía, los captores aseguraron disponer de documentación que podía anular la condena civil contra Berlusconi en el proceso Mondadori. Es un caso de corrupción de jueces por el que el ex primer ministro fue condenado el año pasado a indemnizar con 560 millones a otro empresario, por comprar la sentencia en el litigio que ambos mantenían por la editorial Mondadori en los ochenta. Los secuestradores también afirmaron tener un vídeo de Gianfranco Fini, antiguo aliado de Berlusconi y actual enemigo político, en el que presionaba a los magistrados para que le condenaran.

Spinelli contó todo esto por teléfono al magnate, sin revelarle que estaba secuestrado, como si alguien le hubiera ofrecido el material, pero el ex primer ministro probablemente sospechó algo, pues le conoce de toda la vida, y le remitió a su abogado, Niccolò Ghedini. Éste habló ayer para decir que los delincuentes «no tenían nada en mano» e iban de farol, y les convenció para que abandonaran.

Aseguró en todo caso que no se trató de un chantaje, sino de una especie de venta de dosieres. Sea como fuere, a las nueve de la mañana los seis individuos se largaron.

Después aparecieron en casa de Spinelli agentes de seguridad privada de Berlusconi y se lo llevaron junto a su esposa. Pasaron más de 30 horas hasta que pusieron una denuncia, el día 17 de octubre por la tarde.

Los fiscales no descartan el pago de un rescate, pues en una escucha los detenidos hablan de 8 millones de euros que deben mover a Suiza y justo esos días abren tres cajas de seguridad en entidades bancarias. La banda estaba compuesta por tres italianos y tres albaneses. El jefe, Francesco Leone, 51 años, de origen mafioso, tiene amplios antecedentes por atracos y hechos similares.