AICARDO, ADN CAMPEÓN
Actualizado: GuardarMás de uno y de dos se sorprenderían ayer cuando se enteraron de que una de las estrellas de la selección española de fútbol sala es gaditano. Las redes sociales echaron humo cuando el gol de Aicardo servía para remontar la final del Mundial ante Brasil a falta de nueve minutos para levantar la Copa. Esa copa cambió de manos cuando la prórroga agonizaba en sus últimos segundos, pero Tailandia volvió a constatar que el deporte de la Bahía goza de muy buena salud, aunque en la mayoría de ocasiones se vean abocados a salir de la provincia para crecer en sus carreras. Y Aicardo no se lo pensó cuando le llegó la oportunidad de 'emigrar' a Galicia para jugar en el Lobelle, con la difícil misión de asentarse entre los mejores y seguir demostrando que la factoría gaditana de fútbol sala ha tenido el engranaje muy afinado durante años. Son miles los gaditanos que practican este deporte como hobby sin aspirar a cotas más altas que la de militar en instituciones señeras en la provincia como el Tiempo Libre, el Géminis o el Virgili, pero cuyo talento no pasa desapercibido a poco que te des dos vueltas por los diferentes polideportivos que nos alumbran.
Con apenas 20 años demostró una capacidad de adaptación al medio tremendo, tanto en lo personal como en lo profesional, cambiando de rol en la pista con la misma naturalidad que remató con su zurda para sorprender al guardameta brasileño. Cuatro goles en el Mundial que se unen a los 19 que ha convertido este año y que le han servido para fichar por el Barcelona, campeón de Liga las dos últimas temporadas.
Tiene únicamente 23 años y un palmarés excepcional, con 2010 como su año fetiche, ya que consiguió la Supercopa de España, de la que salió elegido MVP, fue designado jugador revelación de la LNFS, debutó con la selección marcando dos goles y fue nombrado mejor jugador joven del mundo. Ahora el joven aspira a terminar como un veterano referencia junto a los que ya comparte pista. ADN de campeón tiene de sobra.