Fillon tuvo que esperar hora y media en la cola para votar. :: AFP
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La sombra del fraude enturbia la elección del sucesor de Sarkozy

El ex primer ministro François Fillon y Jean-François Copé apuran sus opciones para liderar el centro-derecha francés

PARÍS. Actualizado: Guardar
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Con tensión por las acusaciones mutuas de fraude y mala organización, los militantes de la Unión por un Movimiento Popular (UMP) eligieron ayer entre el ex primer ministro François Fillon y el actual secretario general Jean-François Copé al presidente del principal partido francés de centro-derecha. Anoche el escrutinio aún no había finalizado y a última hora circulaban rumores contradictorios sobre la identidad del nuevo líder de la oposición al socialista François Hollande y sucesor en el campo conservador de Nicolas Sarkozy, retirado de la vida política tras perder la jefatura del Estado en las urnas.

La experiencia vivida por el propio Fillon es ilustrativa del jaleo que reinó durante la jornada en una formación acostumbrada a designar por aclamación a sus líderes y poco habituada a celebrar elecciones internas. El único jefe de Gobierno durante los cinco años de mandato de Sarkozy en el Elíseo (2007-2012) tuvo que esperar casi hora y media para votar en el acomodado distrito de París por el que es diputado. Lo hizo pasadas las seis de la tarde, hora prevista para el cierre de las urnas que tuvo que ser retrasada en muchos colegios ante las colas que se formaron por la afluencia de votantes.

«Lamento que la organización de la votación no haya sido más fluida», declaró Fillon, quien dio a entender que su rival era responsable del barullo porque «se nos rechazó» la petición de habilitar más de los 650 centros de votación abiertos. Por el contrario, descartó toda sospecha de fraude en respuesta a las inquietudes manifestadas por los partidarios de Copé en regiones como la Costa Azul, la tercera del país con más afiliados.

El fantasma del pucherazo y la desconfianza entre los dos bandos obligó a colocar un doble candado a las urnas, lacrar las listas del censo enviadas a cada federación y poner a dos apoderados de cada candidato en las mesas. En ciudades como Niza o Cannes se interceptaron procuraciones de voto en blanco, sin el nombre de la persona a la que se había delegado el poder o con firmas que no correspondían a los documentos de identidad del titular.

Las votaciones también se alargaron porque los militantes de la UMP tenían que pronunciarse acerca de seis mociones de las diferentes corrientes internas. De esta forma se van a constituir 'movimientos' con medios de funcionamiento propios y representación en el buró de decisión, un sistema inscrito en los estatutos del partido que nunca había sido aplicado.