«Pocos apostaban por nosotros, pero hemos hecho un gran trabajo»

Era un año de transición. Las declaraciones de hace doce meses de los principales espadas del equipo español de Copa Davis hacían pensar en, como mínimo, una temporada sin pena ni gloria de la 'Armada'. Pero finalmente no ha sido así. Pese a la derrota, la labor del tenis español en los últimos años sigue siendo para enmarcar.

España es un país envidiado en el tenis, algo que ha vuelto a quedar demostrado en la final de Praga. Sin el número uno español y mejor jugador de la historia de este país, Rafa Nadal, ante 13.000 checos y en la peor pista posible, Ferrer, Almagro, Granollers y López han puesto contra las cuerdas a la República Checa.

«Para mí no había transición. Era un año que debíamos intentar ganar y con el equipo que tenemos debemos intentar ganar cada año», sentenció el capitán español, Álex Corretja, tras la dolorosa derrota de Almagro, «difícil para todos, no solo para Nico». «Lo intentamos, pero no hemos podido o no hemos sabido», añadió con resignación el técnico catalán.

Tal vez se confiaba en los flamantes campeones de la Copa de Maestros para sumar el punto del sábado. Quizás se esperaba algo más de Almagro, que brilló el viernes y se apagó ayer. Precisamente el murciano confesaba al final del partido definitivo: «Era un año difícil en el que pocos apostaban por nosotros y nos vamos con la cabeza alta, porque hemos hecho un gran trabajo». «Él ha jugado agresivo y yo no me he encontrado cómodo con la derecha. Stepanek ha sido justo vencedor. No podemos reprocharnos nada. Me toca aprender para próximas ediciones», admitió el tenista.

El propio Radek Stepanek dijo tener «un gran respeto por el equipo español y por Almagro». «Y también por el equipo de dobles. Hay que alabar el esfuerzo de España. Quiero felicitarles», proclamó.