«A mi hija no la dejaban entrar en el baño y tenía que ir de pie en el autobús»

Mónica, la menor de 15 años que se suicidó en su casa de Torralba de Calatrava (Ciudad Real) por sufrir presuntamente acoso escolar en el instituto Juan de Ávila de Ciudad Real, donde estudiaba, fue enterrada en la tarde de ayer en el cementerio de este pueblo de 3.600 habitantes. En él residen desde hace cinco años sus cuatro hermanos y sus padres, de origen ecuatoriano. Ella trabaja cuidando a mayores y él, Juan, está en el paro. El padre espera que la muerte de su hija no sea en balde y sirva para erradicar los casos de acoso escolar. «A mi hija algunos compañeros le pegaban a la salida del instituto, no la dejaban entrar en el baño del instituto y no la dejaban sentarse en el autobús escolar. Tenía que ir de pie. Por eso se quedaba hasta las 5 de la tarde, para coger el autobús regular de pasajeros, no el escolar», indicó el padre de Mónica, que pidió «justicia y que todo el mundo sepa lo que pasaba en el instituto».

Juan había pedido el cambio de centro para Mónica pero un informe del orientador del instituto lo desaconsejaba por entender que no había motivos para ello. «Ahora ya tienen un motivo grave», se lamentó tras el funeral.

En su pueblo, los vecinos expresaron ayer a la familia su solidaridad tras lo ocurrido. El Ayuntamiento de la localidad emitió una declaración institucional en la que indicaba que pronto deben aclararse las circunstancias de esta muerte que están investigando tanto un juzgado de Ciudad Real como la Consejería de Educación de Castilla-La Mancha.

«Brindamos todo nuestro apoyo a la familia», afirmó la alcaldesa, Teresa González, que invitó a «eliminar de nuestra convivencia gestos y actitudes que hayan podido inducir a este fatal desenlace» e invitó a instituciones y ciudadanos a «reflexionar ante la vulneración social que muchas personas sufren hoy en día, de forma que todos estemos más cerca de las personas más débiles y desprotegidas de nuestra sociedad».

También el Gobierno de Castilla-La Mancha se ha solidarizado con la familia de Mónica. El consejero de Educación, Marcial Marín, visitó durante la jornada de ayer a sus padres y hermanos en el tanatorio y la presidenta de la comunidad, María Dolores de Cospedal, informó de que «en el instituto se está terminando un informe que se va a poner a disposición judicial para que sea más fácil averiguar cuáles han sido los motivos que han provocado el fallecimiento de esta niña».

El funeral por la joven se produjo una vez que la familia recibió en el centro hospitalario el cuerpo de la menor, tras cumplirse su deseo de donar sus órganos. Durante la homilía que tuvo lugar en el transcurso del funeral, el párroco que la ofició destacó precisamente el gesto de la familia de donar los órganos de Mónica Patricia. «Ella se ha despedido dando vida al hacer posible que hoy mismo cinco o seis personas hayan podido recibir sus órganos», dijo.

El párroco señaló que «no hay palabras ante tal injusticia y la sinrazón» que ha llevado a la muerte de la adolescente, si bien quiso trasladar a sus familiares la esperanza de que Dios acogerá en su seno a la joven.