Obuses de la guerra para las masacres de la Mafia
El arresto de un pescador que vendió bombas sacadas del mar resuelve el enigma del explosivo del atentado de Falcone
ROMA. Actualizado: GuardarEntre los muchos misterios en torno a los brutales asesinatos de los jueces Giovanni Falcone y Paolo Borsellino en 1992, así como a la cadena de grandes atentados de 1993 en Roma, Milán y Florencia, contra la Galleria Uffizi y el patrimonio artístico, había uno elemental: ¿de dónde sacó la Mafia tal cantidad de explosivo sin dejar rastro? En total, según las investigaciones, usó entre 1.280 y 1.340 kilos de TNT para una campaña de terror, una auténtica guerra al Estado, que pretendía forzar concesiones y buscar nuevos aliados políticos tras el derrumbe de los principales partidos por la operación 'Manos Limpias' contra la corrupción.
La imagen de este periodo negro es el cráter que dejó el atentado a Falcone. Volaron la autopista a su paso en Capaci, cerca de Palermo. Los sensores de terremotos llegaron a señalarlo como un seísmo. Veinte años después la Justicia por fin ha dado una respuesta con el arresto, el domingo, de un anónimo pescador de Santa Flavia, en Palermo. Se llama Cosimo D'Amato, de 57 años, y habría pescado en el mar bombas de la Segunda Guerra Mundial que luego pasó a Cosa Nostra. De ahí salió el explosivo para los atentados.
Lo desveló ayer la Fiscalía de Florencia, una de las tres que aún investiga aquel escabroso periodo, pues muchas otras preguntas siguen sin respuesta. Sobre todo, acerca de posibles complicidades políticas e institucionales. Esta nueva revelación, una pieza más que completa el rompecabezas, llega mientras se reescribe la verdad oficial de lo ocurrido y acaba de empezar en Palermo el gran proceso que sienta en el banquillo a capos y altas autoridades por una negociación secreta. El jueves es la segunda vista.
La tesis de viejos obuses pescados en alta mar como fuente de explosivo para la Mafia no es nueva, pero nunca se había llegado a nada. En la costa siciliana entre Trapani y Palermo, donde arrancó la invasión aliada de Italia en 1943, hubo muchos bombardeos y el TNT es un material de larga vida resistente al agua. La clave esta vez ha sido, como en casi todos los vuelcos investigativos de los últimos cuatro años, el testimonio del 'arrepentido' Gaspare Spatuzza, antiguo matón de los hermanos Graviano, los hombres del capo de los 'Corleoneses', Totò Riina, que ejecutaron la campaña de atentados tras su captura en enero de 1993.
De este modo se vuelve a confirmar la credibilidad de Spatuzza, definido por el fiscal como «cronista escrupuloso», algo que tiene su importancia pues ha insistido en el apoyo de la Mafia a Berlusconi cuando decidió entrar en política en 1993 y Cosa Nostra buscaba un nuevo referente en el poder.
Con dos sogas
Spatuzza ha hablado de un tal Cósimo, del puerto de Porticelli, «el puerto donde iban a atracar los pesqueros de los mafiosos». D'Amato es un simple pescador, pero ha resultado ser primo del capo Cosimo Lo Nigro. Spatuzza ha contado que mes y medio antes del atentado a Falcone, el primero de aquella trágica serie en mayo de 1992, le encargaron buscar «un coche grande para ir a buscar unas cosas». Con Lo Nigro y otros mafiosos fueron a Porticello, subieron a un barco y tiraron de dos sogas que se sumergían en el agua. Sacaron dos paquetes de metro y medio por un metro y se los llevaron. Allí había un joven rubio, de unos 30 años, llamado Cósimo, que se encargaba de llevarles el material y repitió las entregas, pero Spatuzza no sabía más de él.
Los investigadores revisaron el censo de Santa Flavia entre 1955 y 1968 y solo había siete personas con ese nombre. Solo dos eran pescadores en Porticelli, y uno era primo del capo Lo Nigro. Hace dos años Spatuzza fue llevado por los jueces al puerto a indicar el lugar exacto de su cita con Cósimo. Era la calle donde vivía. La Policía ha registrado su casa y un almacén donde ha confiscado documentación.