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Argentina busca su Capriles
El candidato que aglutinó el descontento venezolano contra Chávez es el espejo para una oposición desunida que quiere plantar cara a Cristina Fernández
BUENOS AIRES. Actualizado: GuardarUn nuevo escenario quedó conformado en Argentina tras la multitudinaria protesta del 8 de noviembre contra el Gobierno de Cristina Fernández. El reto ahora es definir quién será el candidato que liderará esa heterogénea movilización de sectores indignados con el rumbo de este país.
Venezuela marcó el camino con la decisión de encumbrar a Henrique Capriles como único candidato para encabezar un colectivo que pudiese dar pelea al eterno Hugo Chávez en las presidenciales celebradas el pasado mes de octubre. El líder bolivariano ganó con un 55% de los votos, pero su rival en las urnas, que unió los reclamos de un abanico ideológicamente variopinto de unos 30 partidos y movimientos, cosechó un nada despreciable 44%. Dirigentes argentinos de la oposición fueron a Caracas creyendo que celebrarían la victoria de Capriles como si de un triunfo propio se tratase, pese a que todavía no han dado ningún paso hacia la unificación. «La oposición debería sentirse interpelada por el 8-N, pero no. Al contrario, agudiza el malestar al decir que se suma a la protesta ciudadana», aseguró a este periódico Ignacio Ramírez, director ejecutivo de la encuestadora Ibarómetro. Ramírez confesó que a los analistas políticos en general «les impresiona el comportamiento de la oposición argentina». «Fueron a Venezuela a apoyar a Capriles y no aprendieron nada. No son capaces de reproducir esa experiencia», dijo.
Para este experto, desde octubre de 2011, cuando Cristina Fernández fue reelegida con el 54% de los votos, se sabía que había un 46% del electorado que no la eligió por muy variadas razones que se expresaron como en una catarsis el pasado jueves en las calles argentinas.
Los 'no' a la corrupción, a la inflación, a la inseguridad ciudadana, a la reforma constitucional para una nueva reelección de la presidenta, y también los 'basta' al estilo de gestión confrontadora que tiene la mandataria, son mensajes de malestar y hastío. Pero con gritos no se construye una alternativa. Por eso, Fernández desafió a los opositores. Tras el 'cacerolazo' les dijo que se pongan al frente de la protesta y les dejó en claro que ella no va a cambiar de rumbo porque su proyecto tiene el voto de la mayoría.
Hace apenas un año, la mandataria no solo ganó por mayoría, sino que le sacó una ventaja de 37 puntos al segundo, el socialista Hermes Binner, que el jueves participó y respaldó el 'cacerolazo'. Otros cinco candidatos de derecha, centro e izquierda se repartieron el resto de los votos. Es decir, que ni aun sumando los respaldos de todo el arco opositor superan en escaños al partido gobernante.
El posible candidato
Pero en aquella contienda hubo un próximo candidato que no se puso a prueba. Se trata del jefe de Gobierno de Buenos Aires, Mauricio Macri. El líder de centroderecha ya anunció que esta vez sí tiene intenciones de competir y, de hecho, ya ha comenzado a posicionarse. Convocó a los ciudadanos a participar en el 8-N y se confesó «emocionado» al ver la manifestación. El alcalde, con retos sin resolver en la ciudad, consideró que los comicios de 2011 «fueron un desastre» con «múltiples candidatos que no entusiasmaban a nadie». Eso puede variar en 2015.
También habrá que ver qué pasa con el claro rechazo de los manifestantes a una reforma constitucional que habilite un tercer período de Cristina. La presidenta ya dijo que no tiene aspiraciones de seguir, pero el encono contra la sola mención de una reforma aglutina fuertemente a la oposición, que en las últimas semanas se mostró unida en un rechazo anticipado a cualquier intento de cambiar la Carta Magna.
Si Cristina no puede volver a ser candidata, para ella también será difícil encontrar un sucesor con su popularidad. De nuevo será cuestión de ir construyendo un delfín que contente a una ciudadanía exigente, compleja y contradictoria como la argentina. Además, su estado de salud ha comenzado a estar en entredicho. Hace unos días se anunció que cancelaba, por prescripción médica, su viaje a Cádiz para participar en la XXII Cumbre Iberoamericana. Aun así, muchos piensan que la verdadera razón es que en los próximos días Repsol decidirá si inicia una demanda en tribunales internacionales por la expropiación de la petrolera YPF, una decisión personal de la presidenta.