Un dispositivo sin precedentes
La Bahía, en especial Cádiz y Chiclana, vivirá un despliegue policial jamás visto
CÁDIZ. Actualizado: GuardarNo hay ningún precedente similar, ni por asomo, con el que poder comparar el dispositivo de seguridad que se desplegará esta semana en la Bahía de Cádiz con motivo de la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado. Ni por número de efectivos ni por las medidas incorporadas al operativo existe algún antecedente en esta provincia que sirva de espejo en el que mirarse. Para hacer ese ejercicio hay que salir de las fronteras provinciales y estudiar cómo se planificó la seguridad de otras citas internacionales de altísimo nivel. El único operativo que se le aproxima, a bastante distancia, es el que anualmente se organiza para atender los miles de desplazamientos en carretera que provoca el Gran Premio de Motociclismo de Jerez. Este año, ese evento deportivo movilizó a más de mil efectivos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Este fin de semana serán más de 3.000 los funcionarios policiales que estarán de guardia velando por que la cumbre se desarrolle sin incidentes.
El Ayuntamiento de Cádiz, que ya avanzó que su plantilla de agentes municipales -225 funcionarios- estará trabajando al completo, es la única administración que ya ha confirmado qué papel tendrá en esta otra cara de la cumbre, la más alejada del debate político, pero indispensable para que la cita sea un éxito o un rotundo fracaso.
El Ministerio del Interior no ha difundido aún las líneas generales del plan, al que es difícil acceder por razones obvias de seguridad. Si bien, la información que se traslade a los medios será parcial ya que existen detalles que requieren de la más absoluta confidencialidad, sobre todo aquellos de los que depende la vigilancia directa de los jefes de estado y los que maneja, de forma exclusiva, la Casa Real. «Jamás esta ciudad ha tenido una concentración de autoridades políticas de primer nivel en apenas un par de días», reconocía uno de los miembros que conforman este operativo. Bueno, si no se tiene en cuenta lo que ocurrió hace 200 años, «pero entonces no había tanta Policía», bromea otro de los funcionarios consultados.
Dos sedes, más complejidad
LA VOZ ha podido conocer algunos detalles del plan diseñado. Aunque existía el precedente de la cumbre organizada en Salamanca en 2005, Cádiz 2012 supone un reto de mayor dificultad. A diferencia de la capital salmantina, la cita que tendrá lugar esta semana, desde el punto de vista operativo, se desarrolla en dos localizaciones apartadas que requieren dividir los efectivos entre Cádiz y Chiclana. En la primera tendrán lugar las reuniones de trabajo y los actos institucionales, en la segunda se alojarán las autoridades. Tan solo la cúpula gubernamental española, la Casa Real y los presidentes del Congreso y del Senado pernoctarán en la capital, en el Parador. El resto de comitivas, con sus jefes de estado a la cabeza, harán noche en la planta hotelera del Novo Sancti Petri.
Así, desde esa duplicidad de sedes, el Cuerpo Nacional de Policía cubrirá la capital y los traslados de las autoridades desde sus puntos de llegada -aeropuerto de Jerez y estación de Renfe- a los hoteles y los recorridos interiores; mientras que la Guardia Civil tiene encomendado el control de la seguridad en Chiclana y el muelle de Cádiz. En las instalaciones portuarias se ubica el centro de acreditaciones y se instalará un hospital de campaña.
A esta dificultad organizativa forzada por la falta de plazas hoteleras en la capital, que obligó a recurrir a la vecina Chiclana y, por tanto, a no concentrar en una misma ciudad los centros de reuniones y los lugares de alojamiento, se suman las condiciones geográficas de la capital gaditana, rodeada de agua y accesible por mar. Así, el Servicio Marítimo de la Guardia Civil también estará presente, junto a medios propios de la Armada, de vigilar la entrada marítima a la ciudad.
Por tierra, por mar y también, por aire. El dispositivo de seguridad incluye el control del espacio aéreo. Así, durante los días que dure la Cumbre Iberoamericana habrá una restricción absoluta para sobrevolar la Bahía, salvo para los medios de la Armada y las fuerzas policiales. Cuatro helicópteros tendrán su base en Rota y Jerez, dos de las naves las incorpora el Equipo Cóndor -indicativo que corresponde a los servicios aéreos del Cuerpo Nacional- y los otros dos a la sección de helicópteros del Instituto Armado.
En la Cumbre de Salamanca, según se difundió en su día, la seguridad corrió a cargo de 2.700 agentes. El recuento de efectivos que participarán en la de Cádiz apunta a que esta cifra será superada. Así, el Cuerpo Nacional de Policía, tan solo en funcionarios de las unidades de intervención (UIP o comúnmente llamados antidisturbios), desplegará a cerca de un millar de especialistas. En el plan se contempla la movilización de hasta 20 grupos - cada uno lo compone una media de 50 efectivos- que vendrán de Sevilla, Málaga y de la Unidad Central (UCI) de Madrid. A estos hay que sumarles las Unidades de Prevención y Reacción (UPR) locales, que son efectivos adiestrados en el control de masas de los que disponen las comisarías de Jerez, Cádiz y El Puerto (treinta agentes por cada destino).
El grueso importante de efectivos llegarán de fuera. Así, la Benemérita tiene previsto movilizar a unos 850 agentes que no dependen de la Comandancia de Cádiz y proceden de casi todo el catálogo de unidades que conforman el Instituto Armado, desde especialistas en desactivar explosivos, guías caninos pasando por los antidisturbios. Lo mismo ocurre con la Policía Nacional, que desplegará en la Bahía a miembros de todas las unidades que conforman el organigrama del Cuerpo. Por ejemplo, solo de la Unidad Central de Protección, encargada de velar por la seguridad de las autoridades, serán desplazados entre 350 y 400 agentes.
A esta nómina hay que añadir los propios medios locales, ya que tanto en el Cuerpo Benemérito como en la Policía Nacional se han suspendido los permisos para los días de la cumbre. Así, se prevé que al menos el 50% de la dotación de la Comandancia de Cádiz, que la conforman unos 1.200 agentes, estén trabajando la mitad.
Y además de agentes uniformados y de la colaboración que prestará la Armada, otra pata del plan la conforman los servicios de inteligencia del CNI. La casi veintena de jefes de estado que acudirá a Cádiz situarán a la ciudad en el centro de la atención de millones de personas. Una audiencia en la que también se cuelan las amenazas. De ahí que la situación de alerta sea máxima.
Aunque al gaditano ha comenzado a percibir este dispositivo desde hace escasos días, con los primeros ensayos y traslados de material, los cuerpos policiales llevan semanas realizando una labor callada, sigilosa, pero igualmente ingente como es la verificación de los datos personales de cada una de las personas que se han acreditado para acudir a la cita internacional, ya sea como periodista o como miembro de una delegación. Solo de medios, hay un millar de profesionales que ha pasado por el filtro policial.