ESPAÑA

El PP pierde uno de cada cinco votantes en el primer año de Gobierno de Rajoy

El PSOE vuelve a caer al mismo nivel de voto del año pasado, mientras IU y UPyD rentabilizan el deterioro de los dos grandes

MADRID. Actualizado: Guardar
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Mariano Rajoy ha perdido en su primer año de Gobierno el respaldo de uno de cada cinco de sus votantes, el 20% de su electorado. Un porcentaje que en el PP se asume como aceptable y que en el PSOE es motivo de satisfacción. El último barómetro del CIS señala que si se celebrasen ahora elecciones los populares obtendrían el 35,9% de los votos y los socialistas, el 28,6%, una diferencia de más de siete puntos, que en las generales fue de 16.

La reducción de distancias se debe al retroceso del partido gubernamental y no al crecimiento socialista, que permanece estancado. El PP cosechó en las últimas generales el 44,6% de los votos, nueve puntos más de los que conseguiría ahora. El gráfico del PSOE es, en cambio, plano. El 20 de noviembre reunió el 28,7% de los sufragios y en este momento sumaría el 28,6%, una décima menos.

Unos números que en el PP se consideran «razonables» después de un año de Gobierno de Rajoy que ha exigido duros sacrificios económicos a los ciudadanos y han crecido hasta niveles insospechados los despidos y con ellos la tasa de paro. Fuentes de la dirección del PSOE ven, sin embargo, la botella medio llena y ponen el acento en el recorte de nueve puntos de la ventaja de los populares hace un año.

Los beneficiarios de esta situación son los otros dos partidos nacionales. Izquierda Unida escala dos puntos y medio en relación a las generales y alcanzaría ahora el 9,4% de los votos. Mejores aún son las expectativas de Unión, Progreso y Democracia, que pasaría del 4,6% de las papeletas conseguidas hace un año al 7,3%, un incremento del 2,7%. Las fuerzas nacionalistas apenas sufren oscilaciones en sus resultados porque al ser la encuesta del CIS un estudio nacional no detecta los movimientos en estos partidos.

Motivos de preocupación

Aunque el PP mantiene un serio colchón de diferencia sobre el PSOE tiene motivos para la preocupación. El prestigio de su líder está por los suelos. Rajoy recibió una nota media de los ciudadanos de 2,78, la más baja de los dirigentes políticos nacionales y una de las peores que ha recibido nunca un presidente del Gobierno. En solo tres meses la valoración del jefe del Ejecutivo ha bajado cinco décimas, un descenso significativo en este tipo de examenes. Un dato revelador es que entre los votantes del PP aprueba raspado con un 5,12. El líder de la oposición tampoco puede tirar cohetes, pero salva mejor el tipo. Alfredo Pérez Rubalcaba obtiene un 3,7, una décima menos que en julio pasado, que llega al 6 si se pregunta solo a los suyos. En todo caso, ningún líder llega al aprobado y la que sale mejor parada es Rosa Díez con un 4,31, mientras que Cayo Lara se tiene que conformar con un 3,71.

Los ciudadanos además tienen cada día peor percepción del Gobierno. El 67,1% califica de mala o muy mala su gestión, apreciación que se quedaba en el 56,1% hace solo tres meses. Con el agravante de que casi uno de cada tres votantes del PP coincide en que la tarea del Gobierno es mala. Solo el 6,8% dice que el trabajo del Ejecutivo es bueno, también seis puntos menos que en julio pasado.

La oposición socialista está en un trance similar dado que el 65% de los ciudadanos suspende la estrategia de Rubalcaba, ocho puntos más que en el anterior trimestre.

Poca confianza

Con una valoración tan negativa es lógico que Rajoy inspire poca confianza. Ocho de cada diez dicen tener poca o ninguna fe en él, y apenas el 14% confía en su labor. Un descreimiento que también alcanza a los simpatizantes populares y poco más de la mitad de ellos desconfía de su líder. Tampoco se salva Rubalcaba del juicio negativo de los ciudadanos y algo más de ocho de cada diez tiene poca o ninguna confianza en su trabajo opositor.

El sondeo del CIS arroja una novedad. El PSOE supera al PP en intención directa de voto, el 17,6% dice que apoyaría a los socialistas en las urnas por el 16,1% que lo respaldaría a los populares. Un dato que fuentes de la dirección del PSOE se encargaron de subrayar porque «es la primera vez» que ocurre desde las elecciones generales. El voto directo es una variable que en los sondeos queda modificada una vez que se aplican los elementos correctores, la llamada 'cocina', que es la que proporciona la estimación de intención de voto.

También en este apartado el PP tiene motivos para la inquietud porque la tradicional fidelidad de voto de su electorado, casi siempre por encima del 80%, se fue al garete en el sondeo del CIS. Poco más de la mitad, el 57,6%, de los votantes populares en las generales del año pasado volvería a dar su papeleta al partido de Rajoy. Un capítulo en el que contra pronóstico el PSOE tiene mejores noticias. Seis de cada diez simpatizantes socialistas en las elecciones de noviembre pasado repetiría su voto.