La obscena contradicción
Izquierda Unida pide el apoyo masivo, unánime, a la huelga del 14 de noviembre mientras aclara que sus cargos cumplirán con sus «responsabilidades»
Actualizado: GuardarDiego Valderas quedó ayer retratado en su visita a Cádiz y, de paso, definió la contradicción en la que viven los grandes sindicatos y otros colectivos agrupados en la izquierda española. La formación política que lidera el vicepresidente de la Junta de Andalucía llama a la participación colectiva, absoluta, de «todos los ciudadanos» en la movilización del próximo miércoles pero al mismo tiempo señala que los cargos institucionales de la coalición que dirige en Andalucía estarán en sus puestos «aunque con servicios mínimos».
Con esa ininteligible contradicción se mete en un lío que comparte con sindicalistas e izquierdistas. Al hacer esa declaración, viene a decir que los máximos responsables institucionales no son ciudadanos o, como única alternativa, que el resto de andaluces no tiene responsabilidades, que las pueden abandonar alegremente en uno de los momentos más difíciles, como ayer admitió, que haya vivido la economía andaluza en varias décadas.
Con su frustrado intento de explicación, Valderas e Izquierda Unida dejan claro que la huelga general es un sinsentido y que será la convocatoria de este tipo con menor seguimiento que haya conocido la democracia española.
Si ni siquiera los que la convocan encuentran razones para seguirla y prefieren estar en sus puestos, poca autoridad moral, escaso ejemplo, tienen que ofrecerles a los asalariados que deben renunciar a un día de salario, a su trabajo y su productividad para seguir una protesta que ya se ha demostrado improductiva. Ni los primeros de la fila le ven sentido.