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Mas rebaja sus planes soberanistas ante el baño de realidad de Bruselas
El presidente de la Generalitat pide a Europa que «no falle» a Cataluña, pero acepta que el camino hacia la independencia es difícil
BRUSELAS. Actualizado: GuardarApenas 36 horas antes de la campaña para las elecciones más trascendentales de los últimos 32 años en Cataluña, el presidente de la Generalitat viajó ayer a Bruselas para exponer su plan soberanista, después de hacerlo en el Parlament catalán primero y luego en Madrid. Artur Mas acudió a la capital comunitaria con una petición debajo del brazo: que Europa «no falle» a Cataluña y, llegado el caso, le ayude en el proceso para la convocatoria de una consulta popular, y que le apoye en el camino hacia un Estado propio dentro de la Unión.
Pero Mas, lejos de llevarse de vuelta a Barcelona un resultado optimista de su visita, pudo constatar que su plan soberanista no despierta simpatías en la capital europea y, de hecho, en el acto principal en el que intervino fue asediado con preguntas y comentarios bastante duros sobre la inviabilidad de una Cataluña independiente, la supuesta pregunta trampa que se propone hacer en el referéndum, sobre la inoportunidad de emprender en medio de una crisis económica un proyecto tan complicado, y fue tachado de incoherente, de insolidario y se le recordó que a día de hoy cuenta con pocos (o ningún) aliados entre los estados europeos.
El baño de realismo que se dio Mas en Bruselas no hizo más que corroborar que el proceso no será ni mucho menos un camino de rosas como lo pintan algunos independentistas. El líder nacionalista lo reconoció y expresó que él no vende arcadias ni paraísos. También dejó un par de apuntes, que podrían interpretarse como que cuando lleguen las dificultades en el proceso, que tiene su primera estación en las elecciones del 25 de noviembre, podría estar dispuesto a retocar las aspiraciones soberanistas.
Por un lado, en lo que respecta al referéndum, insistió en que la consulta se celebrará en los próximos cuatro años «sí o sí». La intención del candidato de CiU es que, una vez que se constituya el Parlament, tratará de llegar a un acuerdo con el Gobierno central para que la consulta pueda convocarse bajo el amparo de las leyes españolas.
Si no es posible ese pacto, Mas recurriría a la ley catalana que el Parlament debe aprobar en la próxima legislatura. El Gobierno ya ha anunciado que podría impugnar la norma con un recurso ante el Constitucional, por lo que el presidente del Govern buscaría amparo legal en la UE. Pero en el caso de que ninguna de las tres opciones fuera posible, Mas contempla una cuarta posibilidad que consistiría en adelantar unas elecciones catalanas, darles el carácter plebiscitario y convocarlas en vez del referéndum.
No es lo mismo que un referéndum, es una fórmula rebajada, aunque permitiría conocer el sentir de la ciudadanía. «Hasta en el último momento, incluso se podría transformar una convocatoria electoral en un referéndum, no descarto nada», expresó en la delegación de la Generalitat ante la UE, en una rueda de prensa que contó con nutrida presencia de corresponsales.
Preguntas
Más tarde, en la conferencia que pronunció en el foro 'Friends of Europe, reconoció que podría verse obligado a replantearse el proceso si la UE determina que Cataluña independiente tendría que quedarse fuera de la Unión y como consecuencia ponerse a la cola de los aspirantes a entrar en el club. Mas no cree que esta posibilidad llegue a darse, incluso ni se la imagina, según dijo.
Además, afirmó que más importante que ser independiente es que los catalanes tengan el derecho a decidir su futuro. «Si en el proceso llegamos a la conclusión de que es imposible estar en la UE, entonces repensaremos nuestra estrategia», pero incluso en ese caso la cuestión puede ser planteada porque «lo más importante, más que tener nuestro propio Estado, es el derecho que tenemos a ser preguntados para decidir nuestro futuro», remató.
En cualquier caso, sobre el hecho de que una Cataluña independiente quedaría fuera de la UE, como han apuntado la comisaria de Justicia, Viviane Reding, y el vicepresidente de la Comisión, Joaquín Almunia, Mas dijo que hoy «nadie puede estipular por escrito» que Cataluña se vería fuera ni todo lo contrario. «Hay opiniones de todo tipo», concluyó.