Apuntes

Una propuesta disparatada

La sorpresa inicial por la idea de la Junta de comprar Delphi con el dinero de Las Aletas ha dado paso a la indignación

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La inicial sorpresa por la propuesta realizada el lunes por la consejera de Presidencia de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, con respecto a los terrenos de la factoría de Delphi ha dado paso a la indignación desde distintos sectores que, como mínimo, la tachan de «irresponsable». La número dos de Griñán propuso emplear el dinero que no se está invirtiendo en Las Aletas -proyecto paralizado por la Justicia al incumplir las normativas de medio ambiente- en comprar los terrenos de Delphi para facilitar la llegada de inversores.

Realmente, si no fuera por la trágica situación laboral por la que atraviesa la provincia de Cádiz -los datos del paro arrojaron el lunes la insoportable cifra de más de 200.000 desempleados- sería para tomarse a broma la idea. Díaz mezcla churras con merinas al querer tapar un problema agravando otro. La Bahía de Cádiz debe aspirar a que, algún día, el proyecto de Las Aletas salga de la maraña judicial en la que se encuentra envuelto y propicie los 20.000 puestos de trabajo que se estima podrá crear. Y al mismo tiempo, tiene que exigir al Gobierno andaluz que atraiga empresas que quieran instalarse en la antigua factoría puertorrealeña.

Querer buscar soluciones a un problema creado en parte por la propia Junta, a base de hundir un proyecto que hasta hace bien poco el propio PSOE tildaba de «vital» para Cádiz, demuestra una mediocridad impropia de políticos que ocupan puestos de tan alta responsabilidad.

No es de extrañar que el resto de partidos políticos -excepción hecha de su socio de gobierno IU- hayan reaccionado de manera tan enérgica e incluso los propios empresarios no hayan podido ocultar su «sorpresa» por tan inverosimil idea, que no deja de ser un brindis al sol.