Mariano Rajoy, en su intervención en el Senado. :: K. HUESCA / EFE
Economia

Rajoy asegura que España estará mejor de lo previsto al final de 2012

El presidente subraya que la economía empezará a crecer en 2014 y que entonces espera bajar el IRPF

MADRID. Actualizado: Guardar
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El año 2012 será un poco menos pernicioso para la economía española de lo previsto. Terminará con menos destrucción de empleo y la caída de la actividad será inferior a lo que estimó el Gobierno a finales de marzo, cuando presentó sus primeros presupuestos. 2013 será aún «mejor», sobre todo su segunda mitad. «Y en 2014 en España empezará a crecer la economía». Ese es el panorama para la economía española que presentó ayer Mariano Rajoy.

Lejos de apuntarse al triunfalismo de su ministra de Empleo -«estamos saliendo de la crisis», proclamó hace unos días Fátima Báñez- el presidente del Gobierno se inclinó por el realismo y reconoció que 2012 será «malo». El Ejecutivo afronta un cierre de año complicado, pero los mensajes que lanzan los pesos pesados del gabinete sugieren que el cataclismo que algunos esperaban en los últimos meses no va a producirse.

Mariano Rajoy avanzó en una entrevista con la cadena Cope que la destrucción de puestos de trabajo (el Ministerio de Economía estimó que se perderán 600.000 a tiempo completo) será «algo menos» virulenta al final de 2012. Y añadió, en la misma línea, que también «el crecimiento económico va a ser mejor del que habíamos previsto».

Con la salvedad de que donde el presidente dice «crecimiento» lo que hay en realidad es una caída de la actividad, las últimas cifras macroeconómicas avalan el sentido de los mensajes de Rajoy.

Según avanzó el Instituto Nacional de Estadística (INE) la semana pasada, la economía española ahondó su recesión en el tercer trimestre del año, pero el deterioro fue una décima menos intenso que en el segundo e inferior a lo estimado por el Banco de España. La caída trimestral fue del 0,3% respecto de abril-junio y del 1,6% en términos interanuales.

A efectos de proyectar esos registros sobre el conjunto del ejercicio, el INE calculó que, si se tienen en cuenta las tasas interanuales de los tres primeros trimestres, la variación media acumulada en los últimos doce meses equivaldría a un descenso del PIB del 1,2%. Es decir, España tendría en este momento margen para acomodar la caída de su PIB por debajo del 1,5% presupuestado.

Han contribuido a este registro menos malo la campaña turística de verano -las llegadas de extranjeros batieron otro récord- y algunos anticipos de compras realizados por empresas antes de septiembre para esquivar la subida del IVA. La ralentización en la caída ha sido un bálsamo para el Gobierno en un momento en que la situación se agrava en otros países del mundo desarrollado y emergente.

La incógnita es qué ocurrirá en el último trimestre y en qué medida pueden deprimir la actividad esa desaceleración en los socios comerciales, unida a los efectos negativos sobre el consumo privado de algunas medidas de consolidación como el aumento de gravámenes del IVA y la supresión de la paga de Navidad de los empleados públicos.

Bajar impuestos

Los últimos datos de ejecución presupuestaria tampoco fueron malos. Según Hacienda, el Estado redujo en septiembre su déficit hasta el 4,39% del PIB, casi cuatro décimas menos que el 4,77% que marcó en agosto. Una moderación que equivale a 46.113 millones de euros y que a falta de tres meses para cerrar el ejercicio vuelve a situar los números rojos de la administración central por debajo del objetivo anual del 4,5%. Otros indicadores que animarían al optimismo son el aumento de la competitividad y el superávit de la balanza comercial respecto de algunos socios.

Convencido de que se cumplirán sus pronósticos, Rajoy reafirmó su intención de bajar los impuestos dentro de dos años. «Hay medidas que nos gustaría no haber tomado, y hay algunas a las que le daremos la vuelta, por ejemplo a la subida del IRPF, nos gustaría poder bajarlo en 2014», subrayó. En cuanto a las pensiones, insistió en que subirán un 1% en 2013. Sobre su posible revalorización, afirmó que «a finales de noviembre sabremos cuál es la situación del IPC y entonces tomaremos la decisión».

La Comisión Europea (CE) certificará hoy si el optimismo del Gobierno está o no justificado mediante la publicación de sus previsiones macroeconómicas de otoño. Bruselas, como otros analistas, no ha dado señales de creerse la estimación oficial de crecimiento para 2013. El Ejecutivo espera una caída del PIB del 0,5% para el año próximo, que otros organismos y servicios de estudios disparan hasta el triple de ese valor.