«Ahora la pelota se encuentra en el tejado de los jóvenes»
Tras cuatro citas olímpicas, Rafael Trujillo da un paso al costado y confía en que la savia nueva llegue al nivel necesario para representar a España en unos Juegos
Actualizado: GuardarA sus 36 años, Rafael Trujillo se ha convertido en el deportista olímpico más prolífico que ha dado la provincia de Cádiz. Cuatro participaciones en unos Juegos y una medalla de plata conquistada en Atenas suponen un bagaje difícil de igualar. El linense ve que ha llegado el momento de echarse a un lado y dejar paso a las nuevas generaciones, a las que arroja el guante para que trabajen por conquistar su relevo.
«Por mi edad, lo lógico es que le toque el turno al siguiente representante. En 2016 tendré 40 años. Por ciclo de vida, lo normal es que mi etapa ya se haya terminado», reconoce el linense. «Dependerá de que los jóvenes sean buenos. Ahora la pelota está en su tejado. No voy a dedicar todo el tiempo que se necesita para preparar un ciclo olímpico ya que tengo una familia y unas facturas que pagar. Ahora, si dentro de cuatro años no hay nadie que dé el nivel, yo estaré encantado de volver a representar a mi país en unas Olimpiadas».
El mejor colocado es Pablo Guitián. Hace unos meses cambió el Láser por Finn y los resultados están siendo buenos. A juicio de Trujillo, al gaditano le queda mucho camino por recorrer. «Pablo parece el mejor colocado, pero lo tiene que demostrar. Tiene condiciones, le pone ganas, y todos queremos que sea él el elegido porque es de Cádiz y le tenemos aprecio. Pero para acudir a unos Juegos, la Federación Española no solo exige que seas el mejor nacional de la clase, sino que estés entre los diez mejores del mundo. Pablo no ha quedado entre los 35 mejores del mundo en su vida. Hay que ayudarle, confiar en él y no hacer que sienta una presión añadida. Pero tiene 25 años, y yo con su edad ya tenía una plata. No fue a Londres por muchos motivos, y lo que está claro es que ahora van a salir muchos regatistas con condiciones y tendrá que trabajar. Pablo no tiene que demostrar nada ahora. Tiene que ganar la selección olímpica en 2015. Hasta entonces habrá muchos altibajos. Parte como favorito, pero no despreciemos la rivalidad que va a tener».
Entre tanto, Trujillo piensa ya en nuevos horizontes. No dejará de lado la vela. De hecho, está trabajando con los equipos olímpicos chino y brasileño. Tampoco dará la espalda a la competición. Pero el linense ahora quiere disfrutar de otras cosas de su vida.