MUNDO

¿Qué fue de la campaña electoral?

El fenómeno adverso obliga a los dos rivales a atrincherarse y medir sus pasos

NUEVA YORK. Actualizado: Guardar
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Algunos analistas ya han incorporado a 'Sandy' a la 'lista de sorpresas de finales de octubre' en las campañas para elegir al presidente de EE UU. Son momentos pretendidamente decisivos, que pueden marcar un punto de inflexión en la lucha entre los contendientes. Poco antes de las elecciones de 2000 se filtró que George W. Bush había sido detenido hacía más de dos décadas por conducir borracho. El mismo candidato que, cuatro años más tarde y este vez camino de la reelección, recibió la ayuda inestimable de un vídeo de Osama bin Laden. En 2008, el 'momento' lo marcó el abandono temporal de la campaña por parte de Barack Obama, que tuvo que viajar a Hawai para visitar a su abuela moribunda.

El tremendo huracán que sacude la campaña de 2012 absorbe ahora la atención de los medios de comunicación del país y mantiene atrincherados desde el domingo a los dos contendientes. Barack Obama y Mitt Romney llevan tres días fuera de la campaña, aunque cada uno a su manera. El demócrata, presidente en ejercicio, es consciente de que su actuación en la crisis de 'Sandy' puede consolidar sus opciones de reelección o devolverlo rápidamente a su casa de Chicago. Su oponente republicano ha de extremar el cuidado en sus valoraciones de estos días, que podrían ser entendidas como electoralistas.

Delegado Clinton

Obama sabe que lleva las de perder en este momento crucial, a seis días de la cita con las urnas, si los ciudadanos no perciben con claridad que está al mando de la situación de crisis. En este marco se inscriben las sucesivas declaraciones de catástrofe para las zonas más afectadas por las inundaciones y la falta de suministro eléctrico, y su constante contacto con los gobernadores de los Estados. Un proceder apreciado en público, por ejemplo, por el republicano de Nueva Jersey Chris Christie, que no es precisamente un 'amigo' del presidente. El candidato a la reelección se aferra al Despacho Oval y delega su representación en campaña en un aliado tan valioso como Bill Clinton.

¿Y Romney? Ayer participó en Ohio en un acto de recaudación de fondos para los afectados por el huracán. Seguramente el fin justifica que el aspirante republicano fuese a elegir uno de los territorios claves para decidir la presidencia. O que Ann Romney visitara Green Bay, en Wisconsin, escenario de un mitin suspendido por Obama.

Aunque no faltan los analistas que barajan un aplazamiento de la cita del día 6, con el argumento de que en Estados como Nueva Jersey será complicado garantizar el acceso a los colegios electorales, la campaña recobrará su ritmo tarde o temprano. Y volverá el cruce de reproches que ya anticipan los más impacientes. El que era responsable de la oficina federal de atención con Bush cuando el 'Katrina', Michael Brown, acusó a Obama de haber sido «demasiado rápido» en su respuesta al 'Sandy'. Claro que el nombre de Brown, en Nueva Orleáns, mejor no mencionarlo.