Imputados 23 médicos en una trama de recetas falsas
Los facultativos cargaban costosísimos medicamentos a las tarjetas de pensionistas para luego revenderlos para el dopaje deportivo
MADRID. Actualizado: GuardarNo es, ni mucho menos, el primer golpe de la Guardia Civil a las redes de tráfico de medicamentos para el doping deportivo, pero sí es la primera operación de envergadura contra una trama que, además, se aprovechaba de pensionistas para cargar, sin su conocimiento, en sus tarjetas sanitarias costosísimos preparados contra el cáncer, algunos valorados en más de 5.000 euros. El fraude al Servicio Andaluz de Salud (SAS) y a la Muface, según las estimaciones del instituto armado, superaría el medio millón de euros.
Tres farmacéuticos han sido detenidos y otros 23 médicos han sido imputados como «cooperadores necesarios» de esta red que operaba en las localidades malagueñas de San Pedro de Alcántara y Almargen.
Entre los arrestados en la denominada operación 'Apoteque' está el cabecilla de la red, un auxiliar de farmacia, que era quien cargaba los medicamentos a las tarjetas. El sospechoso está imputado por delitos contra la salud pública (tráfico con sustancias dopantes), falsedad documental, usurpación de estado civil y estafa. Los 23 médicos, que durante los dos últimos meses han declarado ante la Guardia Civil, están acusados de «cooperadores necesarios».
El Ministerio del Interior asegura que «no cumplieron los protocolos básicos establecidos, como son la observación del paciente o al menos la revisión de su historial clínico», aunque el Colegio Oficial de Médicos de Málaga señaló que realmente son «víctimas» de esta trama, ya que los detenidos «abusaron de la confianza» de los doctores.
La investigación arrancó a finales del año pasado, cuando el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga de la Guardia Civil de Málaga (EDOA) y la Inspección de Farmacia de la Delegación Provincial de la Consejería de Sanidad de la Junta de Andalucía detectaron que una farmacia vendía grandes cantidades de 'Rubifén', un potente estimulante del sistema nervioso central, que puede ser usado como dopante. Los agentes no tardaron en descubrir que ese mismo comercio despachaba una ingente cantidad de costosos tratamientos anticancerígenos, muy cotizados en el mercado negro.
Envases de 5.000 euros
Las sospechas recayeron enseguida sobre un empleado de la farmacia, quien supuestamente utilizaba las tarjetas sanitarias de pensionistas, a los que, sin su consentimiento, cargaba los medicamentos. El fraude llegó al extremo de expedir recetas a nombre de varones con fármacos indicados para el cáncer de mama -como Letrozol y Anastrozol- o de mujeres con medicamentos para el cáncer de próstata (Bicalutamida).
El cabecilla -sostiene la Guardia Civil- llegó a falsificar informes clínicos y recetas para sacar algunas sustancias anabolizantes. En el registro del domicilio del oficial de farmacia los agentes se incautaron de medicamentos valorados en 60.000 euros, entre ellos cajas de Sutent -un fármaco anticanceroso de diagnóstico hospitalario- cuyo envase de 50 miligramos tiene un valor de 5.312 euros. En ese allanamiento, los funcionarios también encontraron once sellos falsificados a nombre de médicos, varios talonarios de recetas de Muface, y más de cien recetas del Servicio Andaluz de Salud (SAS). Los detenidos e imputados son veinte españoles, dos italianos, dos cubanos, un rumano y un serbio.