FELICIDAD INCOMPLETA

Sin duda, el partido realizado por el Cádiz el domingo ante el Cartagena ha sido el más completo en lo que llevamos de temporada, y lo hizo contra el líder de la categoría, lo que hace disipar, en parte, las dudas generadas por el equipo hasta el pasado fin de semana. Y eso que se mascaba en el aire que algo ocurriría en Carranza, bueno o malo, pero expectación había. En realidad ocurrieron las dos cosas; por un lado me llevé la grata sorpresa de ver al equipo hacer un partido serio en todos los sentidos, con posesión de balón, con llegadas constantes a puerta, con ocasiones claras y sin dejar de jugar ni especular con el resultado. Debe ser el camino a seguir, a pesar de que habrá partidos que se terminen perdiendo o empatando, pero las sensaciones deben de ser éstas y es lo mínimo que el equipo debe dar a la entregada afición, juego y sacrificio. Pero como la felicidad nunca puede ser completa, siempre hay algo que te deja un sabor agridulce cuando sales del estadio, y este hecho no es otro que el ensañamiento que parte de la afición mostró sobre un exfutbolista del Cádiz como AKINSOLA. Defiendo que cada persona que va al estadio es muy libre, dentro de los límites que marca la legalidad, de hacer lo que le venga en gana, pero también como aficionado cadista me da mucha pena la moda que se está cogiendo en Carranza de poner a parir al futbolista con pasado amarillo que venga defendiendo otra camiseta. Ya pasó hace un par de trofeos con el bueno de KIKO CASILLA, que después de dos años más que aceptables con nuestro club, recibió todo tipo de insultos; luego ocurrió con Dani Miguélez cuando nos visitó con el Poli Ejido y lo último ocurrió este fin de semana con Akin. Puedo entender que no estuvo acertado el jugador con las declaraciones que hizo durante la semana. Es más, las tacharía de injustas y oportunistas hacia Jose, pero el grado de crispación hacia los jugadores excadistas que nos visitan no me gustan nada.