«Ya podemos dormir tranquilos»
El presunto asesino de El Salobral se suicida de un disparo al verse cercado por la Guardia CivilLa familia del fugitivo medió para convencerle de que se entregara a los agentes sin oponer resistencia
ALBACETE. Actualizado: GuardarLos vecinos de la pedanía albaceteña de El Salobral por fin pudieron dormir anoche tranquilos, aunque consternados y llorando aún la pérdida de sus vecinos, después de más de dos días de incertidumbre porque el presunto asesino de dos personas, una de ellas una menor de 13 años con la que se cree mantuvo una relación sentimental, seguía en paradero desconocido.
«El desenlace ha sido el más trágico, pero ya podemos dormir tranquilos», «la pesadilla ha terminado», indicaba Antonio García, uno de los numerosos vecinos que se agolpaban detrás de los cordones policiales situados a unos dos kilómetros del lugar donde se había atrincherado el presunto asesino, nada más conocerse que Juan Carlos Alfaro, alias 'El Fráguel', se había disparado en la cabeza.
Comenzaba entonces la confusión sobre su estado de salud. El capitán de la Guardia Civil Juan Manuel Burgos llegaba al lugar donde permanecían los medios de comunicación para confirmar que, a las 15.15 horas, el presunto asesino había accedido a salir de la casa de campo donde se escondía para entregarse, pero que lo hizo con una pistola en la mano y se disparó en la cabeza. «Los médicos han conseguido estabilizarlo y va a ser trasladado al hospital», añadía.
Alrededor de las 17.00 horas Juan Carlos ingresaba en el Hospital General Universitario, donde fallecía 90 minutos después. Fuentes sanitarias confirmaron que había donado sus órganos.
Terminaba así «una pesadilla», como apuntaban muchos vecinos de El Salobral, aunque la mayoría preferían ser cautos «porque se trata de tres familias de la localidad, cuyos miembros viven todos aquí y este es un pueblo muy pequeño», como indicaba a este diario José Florencio Martínez.
Detrás del anuncio de que el presunto asesino había intentado suicidarse quedaban más de siete horas de máxima expectación en la localidad, desde que pasadas las ocho de la mañana se conociera que había sido localizado en una finca familiar, muy cercana a la localidad, que incluso se alcanzaba a ver desde la entrada a la pedanía.
Horas de confusión
Más de un centenar de vecinos de todas las edades se agolpaban en los aledaños y algunos aseguraban que se habían oído disparos. Comenzaron horas de confusión, de rumorología y de noticias confirmadas con cuentagotas. De hecho, no fue hasta bien entrado el mediodía cuando el capitán Burgos se acercó al lugar donde permanecían los medios de comunicación para detallar que se estaba negociando con él para que se entregara y asegurar de que no había constancia de que hubieran producido disparos por parte de nadie. En la zona se presentaron familiares de Agustín, el hombre de cuarenta años asesinado, pero también los tíos del presunto asesino. Uno de los hermanos de Agustín, Desiderio, se mostraba indignado porque, aseguraba, el sábado ya dijo a los agentes que buscaran en esa finca.
Poco después, Juan y Ángel Aparicio, tíos del presunto asesino, llegaban a la zona donde estaban los medios. «No teníamos intención de hablar pero hemos venido para dejar claro que nuestro sobrino era un chicho normal», declararon. Apuntaba Ángel que su sobrino «se sentía presionado» por la familia de Almudena, la menor fallecida, y pedían a la Guardia Civil que les dejaran ir hasta la finca para hablar con el fugitivo. «Estamos seguros de que si nos dejan ir todo se resolverá, nos escuchará». Además, pedían «disculpas» por lo sucedido en nombre de su familia y confiaban en que no se tomaran «represalias», recordando que es una pedanía de unos 1.500 habitantes. Finalmente, fueron los padres de Juan Carlos, Antonio y Cándida, los que se desplazaron a la finca para convencer a su hijo de que se entregara. No lo consiguieron. Una hora después 'El Fráguel' se disparaba en la cabeza.