José Luis Madueño a las puertas de su nuevo establecimiento, ubicado junto a la plaza Fragela. | J. M.
GASTRONOMÍA

Vuelve Madueño con más montaditos

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Abrieron el pasado sábado transformados en taberna especializada en productos ibéricos, aunque la familia continúa al frente. Hace más de un año cerraron el mítico almacén, que se había hecho famoso por sus bocadillos, pero José Luis, uno de los hermanos que durante muchos años ha estado en el negocio, ha decidido hacer obras en las instalaciones y transformar el viejo establecimiento en una taberna de ambiente rústico, El rincón del Madueño. El local sigue la tónica de este tipo de espacios que se están abriendo ahora en la provincia, con éxitos tan sonados como el nuevo Güichi de San Fernando o los Tabancos en Jerez.

Madueño se hizo famoso por sus bocadillos. Estaban pensados para estudiantes de la cercana Universidad pero su exquisitez, el concurso de Carnaval de El Falla y los precios baratos terminaron por convertirlos en un mito y, especialmente, una de sus creaciones, el bocadillo de chicharrones especiales de Chiclana con queso suave.

José Luis Madueño señala que el antiguo almacén tienen constancia de que existió en la década de los 30 del siglo pasado. Lo tenía entonces Antonio Tirado. En los 50 se hace con él Manuel Madueño Carvajal, que ya trabajaba antes en el local y, desde entonces se ha mantenido en manos de su familia. Primero con Manuel y luego con sus ocho hijos, que han ido pasando por el establecimiento y el estanco contiguo.

José Luis señala que fue su padre el que comenzó a servir bocadillos: «Sobre todo los ponía de conservas. En un día llegaba a vaciar una lata de 5 kilos de atún, para que te hagas una idea de lo que se vendían». Especialmente famoso en la elaboración de los bocadillos llegó a hacerse su hermano Manuel, que fue el que creó los más innovadores como el del chicharrones de Chiclana con queso. La idea surgió, comenta José Luis, cuando la empresa Los Chiclaneros de Chiclana comenzó a comercializar los conocidos como 'chicharrones especiales', trozos de panceta entre cocida y frita que se cortan a lonchas muy finas. Antes, su padre ya hacía los bocadillos de chicharrones, pero utilizando los trozos de carne pequeñitos que se servían con manteca untada en el pan.

Ahora José Luis, que lleva desde los 12 años ayudando a su padre, ha decidido mantener en la carta algunos de aquellos bocadillos famosos. Así está el de chicharrones, que se puede tomar solo o acompañado con queso semicurado o con crema de roquefort. También están los de sobrasada y la combinación de ésta con anchoas, además de los de carne mechá que también gustaban mucho al público.

De todos modos, este veterano empresario gaditano ha decidido dar un giro total al negocio. Los bocadillos que se sirven ahora son en panes pequeños, tipo montaditos, y además hay un amplio surtido de chacinas ibéricas, quesos y embutidos de Chiclana, además de conservas y ahumados. En total una treintena de montaditos disponibles. Para acompañar también una amplia carta de vinos que se pueden tomar por copas. No faltan ni la manzanilla ni el vino de Chiclana, además de tintos y blancos.