GRIÑÁN EN LA CORTE
Actualizado: GuardarE l resultado de las elecciones vascas y gallegas que se celebran hoy y las catalanas del mes próximo serán un termómetro no solo para Rajoy y el PP, en declive electoral por los recortes. Lo serán también para el PSOE, el principal partido en la oposición, que sufre igual o peor deterioro según las encuestas.
La entrevista esta semana en Sevilla del secretario general del PSOE valenciano, Ximo Puig, con el presidente Griñán y Mario Jiménez, su número dos en el partido, se ha interpretado como un tirón de orejas a Alfredo Pérez Rubalcaba por su debilidad de liderazgo dentro y fuera del partido.
La foto, que ha escocido en Ferraz, es un éxito en la estrategia de los socialistas andaluces para que Griñán, como presidente del partido y de la mayor comunidad del país, se haga ver y notar en la Corte con un doble propósito: Reforzar su liderazgo y el del PSOE en la política nacional y la influencia de Andalucía en las decisiones que tras las citadas elecciones puedan derivarse sobre el estado de las autonomías.
Griñán hace tiempo que es consciente de que hay que estar preparados ante una corriente cada vez más visible que quiere devolver las decisiones político económicas al eje Madrid-Barcelona. La batahola independentista puede ser fruto de la guerra de treinta y tantos días que duran las campañas electorales. Pero lo que preocupa son sus efectos, que Cataluña saque tajada en el reparto del dinero. Y sobre todo que siga adelante la deslocalización gradual de importantes delegaciones o centros de decisión financieros y empresariales que ya no ven en Andalucía un lugar estratégico.
Quién iba a decir que las díscolas cajas sevillanas, 'esencia del sentir andaluz', que despreciaron una fusión con la malagueña Unicaja iban a ser propiedad de La Caixa. La polémica torre Pelli, que iba a ser faro que iluminara Sevilla por el resplandor de Cajasol, su propietaria y promotora, va a resultar solo una sombra alargada sobre la consideración de la ciudad como Patrimonio de la Humanidad. Ahora es patrimonio de La Caixa, que no sabe qué hacer con ella.
La vuelta a la consideración periférica de las regiones alejadas de ese eje causa pavor y con razón en Andalucía, quien atenazada por el paro podría volver a retrotraerse como lugar de mano de obra barata y de vacaciones. Solo resiste el turismo.
Griñán ha lanzado una doble estrategia de liderazgo en su dualidad como presidente andaluz y del PSOE. Como lo primero propone un pacto por Andalucía con el que trata de involucrar a importantes referentes económicos y sociales. Como lo segundo ha recuperado el proyecto de una España federal. Quiere hacer 'lobby' con ambos con la marca Andalucía. Para ello se dejará ver más en Madrid, al menos dos días a la semana. 'La fuerza del sur', se llamó un eslogan de Chaves en unas autonómicas.
Griñán, no obstante, se equivocaría si alinea el destino de Andalucía con el del PSOE. Él es el socialista con mayor poder político en España al gobernar la comunidad más poblada y extensa. Pero es una región que hoy por hoy vota mayoritariamente al PP. Su pacto por Andalucía no puede esquivar a este partido si de verdad quiere soplar con fuerza en el temporal político que se avecina al abrigo de la crisis. Su reto, en realidad, está más aquí, en el sur, que en la Corte.