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El FMI emplaza a Italia a pedir el rescate junto a España
Rajoy reclama a Merkel que cumpla sus compromisos con la unión bancaria tras una inesperada reunión en Bucarest
BRUSELAS. Actualizado: GuardarItalia entra en juego en la carrera hacia el rescate español. El economista jefe del FMI, Olivier Blanchard, instó ayer al Gobierno transalpino a pedir auxilio junto al Ejecutivo de Mariano Rajoy. El responsable francés calificó de «crucial» que Roma se una a los planes de Madrid y solicite su propio salvavidas para apuntalar definitivamente la estabilidad en los mercados. El llamamiento del directivo del Fondo coincidió con una inesperada reunión de Rajoy y Angela Merkel durante el congreso del Partido Popular Europeo (PPE). España estudia recurrir a una línea de crédito preventiva del fondo de rescate, una opción a la que también podría sumarse Italia para que el BCE reactive la compra de deuda.
El economista jefe del FMI se expresó con claridad en una entrevista con 'Il Corriere della Sera'. «En el corto plazo, sería crucial que existiera un plan para ambos países», remarcó en referencia a la necesidad de un doble salvavidas. El responsable del organismo monetario no llegó a precisar qué tipo de ayuda sería la más apropiada, pero aseguró que Roma y Madrid requieren «una garantía de que pueden financiarse» en los mercados. En línea con las exigencias del núcleo duro de la zona euro, matizó que el rescate debería correr en paralelo a los «procesos de ajuste» que llevan a cabo los dos socios periféricos.
El Gobierno de Mario Monti rechaza desde hace semanas que su país requiera asistencia externa. Sus tesis es que el rescate de España actuará de cortafuegos y desplomará indirectamente su prima de riesgo. Algunos miembros de la moneda única no están tan seguros de que se cumpla este escenario. Temen que la presión de los inversores se traslade de lleno a los bonos transalpinos, que desde que estalló la crisis mantienen una fluctuación paralela a la de los españoles. Alemania, además, introduce el factor del beneficio de rebote. A Berlín no le gusta la idea de que Roma se aproveche del salvavidas español sin tener que asumir un paquete de reformas como el exigido a Rajoy.
Monti no se ha negado siempre a pedir el rescate. El líder tecnócrata encabezó junto a Rajoy la rebelión que obligó a Merkel a acelerar los esfuerzos para estabilizar los mercados. El motín se produjo en la cumbre de presidentes del pasado junio y, entonces, el primer ministro italiano no descartaba pedir auxilio para reducir los intereses de sus bonos. Ahora, podría verse obligado a retroceder a esta posición para intentar finiquitar de una vez por todas las crisis de la deuda. Monti tiene a su favor que España ha dado con una fórmula 'light' para desencadenar la intervención del BCE. Se trataría de abrir una línea de crédito en el fondo de rescate -en el caso español podría llegar a los 100.000 millones- que solo se utilizaría en un momento de extrema gravedad.
Avances en Grecia
Italia no es la única pieza que acompaña al salvavidas español. Con Merkel empeñada en llevar al Bundestag todas las posibles ayudas de una tacada, también se espera que la situación griega acabe de enderezarse. Ayer, llegaron buenas noticias de la troika que negocia los ajustes con Atenas. Los inspectores ya han abandonado el país y se espera que en los próximos días pueda cerrarse un acuerdo que permita desbloquear la entrega de un cheque de 31.000 millones. Las quinielas en Bruselas son interminables, pero el calendario más probable es que todo el paquete con el rescate español incluido pueda debatirse en el Eurogrupo del 12 de noviembre.
Rajoy pudo examinar de primera mano el estado de las negociaciones en su encuentro con la canciller germana. Ambos se vieron en privado durante el congreso del PPE celebrado en Bucarest. Lo único que trascendió del contenido de la cita fue un «muy bien, sin problema» que dijo el presidente tras despedirse de Merkel. En la capital comunitaria, se especula con que el salvavidas depende de las condiciones finales. Al parecer, los socios exigen que las pensiones dejen de revalorizarse automáticamente en función del IPC, una posibilidad que el Ejecutivo ha empezado a explorar al menos de cara a este año.
En su intervención pública ante los representantes del PPE, Rajoy puso el foco en la agenda de la cumbre de dos días que arranca hoy en Bruselas. Aunque el rescate español está casi a la vista, los socios se centrarán en la nueva arquitectura de la zona euro, otro elemento esencial para recuperar la credibilidad frente a los inversores.