Maite Zaldívar afirma que acusó a Muñoz por despecho

Maite Zaldívar, exmujer del que fuera alcalde de Marbella, Julián Muñoz, aseguró ayer que todas sus acusaciones contra él acerca del cobro de comisiones en «bolsas de basura» y su elevado nivel de vida se debían al rencor y el despecho por haber sido abandonada. Aseguró que llevaban un tren de vida «normal» y que siempre pensó que el dinero que entraba en su casa tenía un origen legal.

Zaldívar, que se enfrenta a una pena de tres años y seis meses de prisión y una multa de 2,6 millones de euros por haber ayudado a su exmarido a blanquear supuestamente 1,3 millones obtenidos en su paso por el consistorio marbellí, reconoció ante el tribunal que mintió como venganza porque Muñoz «le había roto la vida».

«Lo que quería era hacerle el mayor daño posible a mi marido por el calvario que estaba pasando», dijo en alusión a su separación en 2003 y años más tarde su detención y la de su hermano, así como la imputación de su hija, en el marco de la operación Malaya. «Me quería ir a mi casa y le hubiera dicho al juez y al fiscal lo que hubiesen querido», insistió para asegurar después que se inventó esa versión a raíz de que Jesús Gil y Julián Muñoz se enzarzaran en una discusión televisiva con reproches mutuos sobre el cobro de comisiones. Zaldívar avaló la versión de su expareja de los elevados ingresos en efectivo que entraban en el domicilio familiar en sobres y maletines, «no en bolsas de basura». Un dinero que no se ingresaba en el banco y por el que nunca se cuestionó que fuera de procedencia ilícita.

Sí reconoció que en varias ocasiones vio en su casa cómo el presidente del Sevilla F.C. y asesor jurídico por entonces del ayuntamiento de Marbella, José María del Nido, entregaba sobres a su todavía marido, aunque desconocía qué había en su interior.