La economía española repitió su caída en el tercer trimestre
De Guindos sugiere que el retroceso del Producto Interior Bruto podría quedar en el 0,4% entre los meses de julio y septiembre
MADRID. Actualizado: GuardarEl ministro de Economía, Luis de Guindos, confía en que el desplome de la actividad se haya estabilizado después del verano. Traducido a números, eso quiere decir que la caída del Producto Interior Bruto del tercer trimestre respecto al segundo podría estar en torno al 0,4%, la misma tasa de deterioro que experimentó entre abril y junio con relación a los primeros meses del año. El 30 de octubre proporcionará el Instituto Nacional de Estadística un primer avance. De Guindos, que acaba de asistir a la asamblea del Fondo Monetario Internacional, reconoce haber vuelto de esa cita con un sentimiento agridulce. La desaceleración de la economía mundial es un hecho. Es un mal dato, pero acota al mismo tiempo el riesgo de Europa, que ya no supone el 100% de la inquietud internacional, dijo. En cuanto a España, el ministro destacó «cierta estabilización» en el periodo de recesión que atraviesa, en contraste con el agravamiento que está ocurriendo en otros socios comunitarios y en el mundo desarrollado y emergente.
¿Acaso percibe el Gobierno de Mariano Rajoy el resurgir de brotes verdes en España? El responsable económico no se atrevió a tanto. «Los indicadores que conocemos apuntan que el deterioro adicional del tercer trimestre no va a superar al del segundo», se limitó a comentar el responsable económico durante su intervención en la toma de posesión de la nueva presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Sin aclarar más, se refirió a una «estabilización en la evolución negativa». Pero el contexto en el que enmarcó el ministro la evolución de la economía española no es precisamente para echar cohetes. «Los países emergentes empiezan a compartir la desaceleración, mientras se acrecienta el riesgo fiscal en Estados Unidos», resumió.
Incertidumbres
Para el dirigente económico del Gobierno Rajoy, el principal rayo de luz lo generan las actuaciones de los bancos centrales, que a su juicio, están siendo las adecuadas. Las inyecciones de liquidez que vienen proporcionando, dijo, sin identificar a los actores, «se traducen en la estabilización de los mercados». En el caso de España, el equilibrio parece precario. Ayer mismo, la prima de riesgo escaló de 418 a 434 puntos básicos.
El interés del bono español a diez años cerró la jornada en el 5,817 %, por encima del 5,63 % de la apertura. Su homólogo alemán ofrecía un rendimiento del 1,472 % frente al 1,45 % del inicio de la sesión. Según los analistas, los inversores vuelven a penalizar la deuda española por las incertidumbres sobre la petición de rescate.
Prosigue mientras tanto la maratón del Tesoro público, que esta semana -hoy martes y el próximo jueves- realizará colocaciones de letras, bonos y obligaciones con las que se propone captar hasta 9.000 millones. Es la primera subasta que se lleva a cabo tras la rebaja de la calificación de la deuda por parte de Standard & Poor's.
La Bolsa, no obstante, se contagió del optimismo provocado por el crecimiento del consumo en los Estados Unidos -1,1% de aumento de las ventas del comercio en septiembre, tercer alza consecutiva- y la contención de la inflación en China, que abre camino a nuevos estímulos económicos en el país asiático. Pero el Ibex-35 apenas registró una ganancia del 0,34%, hasta 7.678,50 puntos. Salvo Londres -cuyo avance se limitó al 0,21%-, fue el peor comportamiento de los parqués europeos, porque Fráncfort experimentó una mejora del 0,4%, Milán progresó el 0,51% y el avance de París fue del 0,92%.
Combatir el descrédito
El ministro de Economía, Luis de Guindos, reflexionó sobre la economía española durante la toma de posesión de Elvira Rodríguez como presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, junto a la de Lourdes Centeno para la vicepresidencia del organismo. El acto convocó a ministros -los de Economía, Hacienda, Empleo y Agricultura- y a unos pocos responsables bancarios y dirigentes empresariales.
Rodríguez reconoció que, en una situación económica que es la más complicada desde la Segunda Guerra Mundial, la crisis ha causado el descrédito de las instituciones, «en algunas ocasiones justificadamente». Muchos ciudadanos, admitió, consideran «que les estamos fallando», e invocó a «aunar esfuerzos para que esa percepción negativa se convierta en una confianza renovada».
La CNMV arrastra, entre otras actuaciones polémicas, la de haber dado el visto bueno a la salida a Bolsa de Bankia, junto a la supervisión de la venta de las participaciones preferentes, productos complejos que esta y otras entidades colocaron a inversores no suficientemente informados.