El presidente de Planeta, José Manuel Lara, posa ayer junto a los miembros del jurado Rosa Regás, Ángeles Caso y Alberto Blecua. :: EFE
Sociedad

Lara, entre Cuenca y Luxemburgo

Intrigas policíacas e históricas, entre las diez aspirantes al premio de la editorial, que se falla hoy «La independencia es un mal irreparable», sostiene el presidente de Planeta

BARCELONA. Actualizado: Guardar
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«La independencia es un daño irreparable». Lo dijo alto y claro el patrón de Planeta, José Manuel Lara, en la víspera del fallo de la 61 edición del premio mayor de su grupo. Una jornada extraña en la que se habló mucho más de independencia y deriva soberanista que del goloso galardón y sus posibles ganadores. La palabra clave fue el «diálogo» que Lara propugnó como solución.

Con unas quinielas atónicas en las que apenas se citan un par de nombres con posibilidades reales de obtener el premio -Lorenzo Silva y Ángela Becerra- como posibles ganadores, el jurado destacó la presencia de excepcionales novelas de intriga policial e histórica entre las diez finalistas. Son las elegidas entre las 432 presentadas a concurso este año.

Lara, que no soltó prenda sobre las novelas, sí apelo al diálogo por activa y por pasiva. Hasta media docena de veces instó el presidente de Planeta a los gobiernos de Cataluña y España a sentarse y buscar soluciones. «Diálogo, diálogo y diálogo» es su receta para superar el actual desencuentro entre ambos, desde la convicción de que la independencia «es un mal irreparable». «Si en una casa hay un hermano, preterido, dejado de lado, y no hay diálogo, se irá de casa. Aquí no han sabido dialogar y se han tirado los trastos a la cabeza», lamentó.

'Espanyol' y catalán

Se atrevió el editor a lanzar un lema a favor del necesario diálogo que propugna. «Soy catalán, pero també sóc espanyol», propuso. «No han sabido dialogar y solo hacen visitas protocolarias», recriminó a ambas partes. Él tratará de poner la primera piedra cuando hoy, en la velada del fallo, se sienten a su lado en la misma mesa el ministro de Cultura y el conseller de esta cartera de la Generalitat, Ferràn Mascarell. Quiere que se recupere el espíritu que hizo posible que antes de 1996, en el llamado Pacto del Majestic, CiU acordara apoyar el primer gobierno de José María Aznar. «Hubo varias reuniones que nunca salieron en los medios», recordó el máximo responsable de Planeta.

Reiteró, como había adelantado hace unas semanas, que ante el escenario de una Cataluña independiente, las empresas del Grupo Planeta abandonarían la capital catalana. «Yo no me iré, viviré aquí y las editoriales catalanas del grupo tampoco abandonarán Barcelona, pero a lo mejor tendré que trabajar de lunes a jueves en otro lugar», dijo en tono mas distendido. Aunque se diera esta eventualidad aseguró que «el Planeta se quedará en Barcelona pase lo que pase».

A su juicio, sería un disparate que la sede de una empresa española estuviera en otro país, de modo que recordó que «las grandes empresas editoras francesas del grupo están en París y no en Roma».

Para Lara, resulta además imposible «creer en la independencia de Cataluña dentro de la Unión Europea, porque ha de ser por unanimidad y no creo que lo veamos». «Nos quedaríamos fuera», dijo. «Es muy peligroso jugar con los sentimientos y el nacionalismo catalán es un sentimiento, como lo es el anticatalanismo. Si los has desatado y no los controlas, es malo para todos», aseguró.

Si Lara habló hace una semanas de Cuenca o Zaragoza como posibles futuras sedes del grupo, ayer aludió a Luxemburgo, aunque por otra cuestión. Defiende Lara la equiparación del IVA del libro electrónico -21%- con el de papel -4%- y lamenta la insensibilidad del Gobierno para avanzar en ese sentido. «Francia lo ha hecho y Luxemburgo también, de modo que Amazon se ha domiciliado en Luxemburgo, desde donde puede vender el libro electrónico con el IVA al 3%».

«Creemos en la digitalización y en la electrónica», planteó Lara, «pero si las cosas no cambian, a lo mejor tendremos que irnos a Luxemburgo en vez de a Cuenca», bromeó.

Piratas y enlaces

Pidió también con carácter urgente al ministro Wert avances en la nueva Ley de Propiedad Intelectual, una herramienta necesaria para frenar la piratería. «No podemos esperar otros dos años», lamentó. Cargó contra las páginas de enlaces, el verdadero 'cáncer' del sector. Explicó cómo presentan una media de 1.500 denuncias anuales, pero que resultan inútiles ante unas páginas que se reproducen como hongos «y reaparecen a las dos semanas de haber sido clausuradas».

Sobre el premio, las únicas pistas partieron de Juan Eslava Galán, escritor de la casa y miembro de jurado, que destacó la alta calidad de las diez finalistas. Eslava Galán alabó cuatro novelas como las mejores. Entre ellas, dos ambientadas en la antigüedad, una de ellas con un detective en el siglo V a.C., aunque parece que la que más posibilidades de triunfo tiene sería una pareja de detectives muy actuales e ibéricos. Hay también novelas de la Rusia prebolchevique y dramas rurales que «recuerdan al imaginario de Federico García Lorca», según Eslava, además de «metaficción y género femenino».