Sociedad

El tesoro de los lingotes y las aceitunas

El traslado y elevación del otro pecio se producirá en el plazo de un mes y medio, una vez realizada la estructura metálica que deberá transportarlo El CAS muestra los restos localizados en uno de los pecios hallados en el muelle

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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¿Iban o estaban de regreso? ¿Cuál era la embarcación matriz?¿Qué tipo de actividad comercial desempeñaban?¿En qué año naufragaron? ¿Cómo era la rutina a bordo? Los profesionales del Centro de Arqueología Subacuática de Cádiz se afanan en averiguar los misterios que encierran los dos pecios localizados durante las obras de ampliación del muelle gaditano. El trabajo en la zona se ha intensificado en las últimas semanas, tanto en la superficie como bajo el agua.

En verano, la Junta de Andalucía autorizó el traslado del pecio que impide el trabajo de la draga, así como excavaciones en el otro pecio, situado fuera de los límites de la obra, y que empezaron a producirse casi inmediatamente después de que se diera la luz verde. En este mes largo, el equipo formado por siete profesionales de la empresa Tanit y otros tres del CAS ha realizado más de un centenar de inmersiones, trabajando a -14,5 metros de profundidad, para descubrir y extraer nuevos elementos que se suman a los hallados a comienzos de año. Seis nuevos lingotes de plata (ya van nueve), elementos pertenecientes a las vajillas en peltre, cerámica y vidrio vinculados al menaje de cocina utilizado a bordo de forma habitual, madera, cuerdas, pipas de caolín, así como varias botijas, son los 'tesoros' recuperados en estas semanas.

Mientras tanto, una empresa externa ha construido una estructura metálica con la que se procederá al traslado del pecio 1, que mide 21 metros de eslora por siete de manga. Ya está lista para su inmersión, tal y como destacó ayer en rueda de prensa el presidente de la Autoridad Portuaria, Rafael Barra, que estuvo acompañado por la delegada provincial de Educación, Cultura y Deportes, Cristina Saucedo, y la directora del CAS, Carmen García Rivera. Barra fijó como fecha aproximada para el traslado definitivo del pecio la última semana de noviembre. El informe técnico que presentó la Autoridad Portuaria en su día al CAS indicaba que el procedimiento de extracción se hará colocando a ambos lados del pecio unos patines metálicos sobre el que se colocarán las patas de un bastidor fabricado con vigas de un grosor y características específicas. Desde ahí, se introducirán cinchas bajo el pecio, con ayuda de lanzas de agua, formando un conjunto compacto, estable y seguro que se izará con ayuda de un barco grúa hasta la cota fijada, -5 metros (en la actualidad está sumergido -14 metros). Previamente se colocará una lámina de geotextil que cubrirá y cerrará el pecio, evitando pérdidas de elementos arqueológicos durante el traslado y posterior excavación.

Mucha precaución es lo que pidió Saucedo a los periodistas, consciente de que todos estos hallazgos han generado «grandes expectativas» en la sociedad gaditana. Así, aseguró que todo lo encontrado y analizado irá a parar después al Museo Provincial, donde deberán ser puesto en valor. Tal vez para entonces se hayan encontrado más respuestas sobre los barcos. Los técnicos del CAS cada vez están más seguros de que los pecios datan del siglo XVII. De los últimos hallazgos (todos de la zona de popa del pecio 2), tres han llamado especialmente la atención. Un lingote de plata que pesa 37 kilos, los frascos de vidrio que podrían contener perfumes o tinta, y los centenares de aceitunas desparramadas por una de las ánforas descubiertas. Otra vasija está sellada, pero todo apunta que custodia también olivas, por supuesto, ya deshidratadas. Con todo, en el transcurso de las diferentes actividades arqueológicas que hasta el momento se han realizado en ambos pecios, se han localizado nueve lingotes de plata de varios tamaños, un peto de hierro con remates de bronce, planchas de cobre, dos monedas de plata y una campana de bronce.