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El presidente de Irán, a un paso de la destitución por el Parlamento

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El documento está listo y en las próximas horas será entregado. 93 diputados han firmado la petición formal para que Mahmud Ahmadineyad comparezca ante el Parlamento iraní para dar explicaciones por la actual crisis económica que sufre el país, según recoge la agencia Mehr. Ahora, el portavoz de la cámara, Ali Lariyani, deberá concretar la fecha exacta para que se celebre la sesión de preguntas y a partir de ese momento, si los parlamentarios no quedan satisfechos con las explicaciones que ofrezca el presidente, podría abrirse el proceso para su destitución.

El proceso de recogida de firmas se abrió la semana pasada después de que tocara suelo el cambio del rial respecto al dólar -la moneda nacional ha perdido un 80% de su valor en un año- y se aceleró tras los incidentes registrados en torno al Gran Bazar de la capital. En un principio, sesenta diputados secundaron la propuesta, según un parlamentario citado por Mehr bajo condición de anonimato, pero el número de respaldos fue subiendo hasta superar los 74 necesarios que fija la ley.

Ahmadineyad ha perdido los apoyos que le quedaban en una Cámara que el domingo pasado decidió suspender la segunda fase del programa de subsidios con el voto de 179 de los 242 parlamentarios, según la agencia Isna. El presidente lanzó este proyecto en 2010 y lo bautizó como «el mayor plan económico de los últimos cincuenta años», pero 24 meses después de adoptarse ya parece una vía agotada.

Básicamente, lo que hizo Ahmadineyad fue eliminar las ayudas públicas directas al combustible, la electricidad y los alimentos -unas subvenciones que venían de la época de la guerra con Irak- y sustituirlas por subsidios directos y en metálico para las familias con menos recursos.

A la controvertida gestión económica del dirigente ultraconservador hay que sumar los problemas originados por las sanciones financieras internacionales bajo las que vive Irán a consecuencia de su programa nuclear. Como «muestra de buena voluntad», los iraníes han convertido más de un tercio de su uranio enriquecido al 20% en el combustible necesario para su reactor médico de Teherán, según la agencia Mehr.