ESPAÑA

El Gobierno cree que la exhibición del Camp Nou perjudicó a España

El PP pide desvincular los gritos soberanistas de la afición del Barça y el PSOE replica que Rajoy es quien traslada «mala imagen» del país

MADRID. Actualizado: Guardar
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La habitual resaca deportiva posterior a todo Barcelona-Real Madrid ha quedado orillada este año por el debate soberanista. Al Gobierno no le gustó la exhibición de símbolos y lemas independentistas que la afición del Barça llevó a cabo durante un partido de fútbol que ven por televisión unos 400 millones de personas en todo el mundo. ¿El motivo? «Perjudica a la imagen de España», según recalcó ayer el ministro José Manuel García-Margallo.

Un temor que el titular de Asuntos Exteriores justifica con el argumento de que un país que transmite una sensación de «desunión» en vez de una de «esfuerzo compartido» parte con desventaja en un escenario donde todos los estados del mundo «compiten por los escasos capitales» que están en circulación.

Su compañero de Ejecutivo Alberto Ruiz-Gallardón se centró más en el fondo de la cuestión que en las formas. Y lo hizo desde Barcelona, aunque en un ámbito aparentemente poco hostil: el Círculo de Economía de Barcelona, institución liderada por el presidente de Vueling, Josep Piqué. «Ni España es el problema ni la independencia la solución», recalcó el ministro de Justicia.

Vaticinó consecuencias apocalípticas si Cataluña se independiza. Por un lado, el hipotético nuevo estado quedaría relegado a una posición incierta fuera de la de Unión Europea, lo que a su juicio supondría un retroceso económico irrecuperable en muchas generaciones. A nuestro país, según Gallardón, tampoco le iría mejor porque se vería abocado a salir de la zona euro, «porque España no se entiende sin Cataluña», agregó.

Lagarterana

En un tono más llano que institucional, el presidente de Extremadura, José Antonio Monago, ironizó sobre el referéndum soberanista que Artur Mas ha prometido convocar en la próxima legislatura. «Jurídicamente no tiene ninguna validez; es como si yo hago un referéndum en Extremadura para decir que el uniforme oficial va a ser el de lagarterana. Yo no tengo título para hacer eso, no tiene ningún sentido», destacó.

Frente a la rotundidad del Gobierno, el PP intentó rebajar la relevancia de lo vivido en el Camp Nou. «Algunos quisieron convertir el clásico en una fiesta independentista y hubo quienes gritaron y otros muchos que no gritaron», destacó Carlos Floriano, secretario de Organización del partido.

Una interpretación que, como cabía esperar, no comparte Artur Mas. El presidente de la Generalitat calificó de «clamor espectacular» por la independencia la puesta en escena que se vio el domingo en el campo del FC Barcelona. «En un momento en que hay cierta tensión política, con proyectos claramente distintos dentro del conjunto del Estado, la gente de este país, de Cataluña, la afición del Barcelona demostró un gran civismo y buenas maneras».

Sacó pecho ante una actitud que puso como ejemplo como la idónea para defender sentimientos e ideas de manera pacifica y democrática. «Nuestro país -acentuó-, en determinados momentos, incluso con tensión, se comporta de esta manera y no es una mala manera de proyectar nuestra propia identidad».

El PSOE no se alineó ni con las tesis de CiU ni con las del PP. Óscar López, número tres de la ejecutiva federal socialista, replicó que quien traslada mala imagen de España al exterior es el Gobierno. «Toda la prensa internacional está hablando y especulando sobre lo que hace el señor Rajoy», acotó. También terció en este contencioso el eurodiputado del PSOE, Juan Fernando López Aguilar, que, en declaraciones a ABC Punto Radio, recomendó a Mas que explique con toda claridad a la ciudadanía que con su apuesta por la secesión Cataluña pasaría «a la cola» de los países que han solicitado su entrada en la Unión Europea. Recordó, asimismo, que España tendría derecho a veto en esta cuestión como cualquier estado miembro. Izquierda Unida, por su parte, tiene una perspectiva distinta del Barça-Madrid. El coordinador general de esta formación, Cayo Lara, consideró que PP, PSOE y CiU quieren colar un gol a los votantes al abonar esta especie de «guerra de banderas» para lanzar una cortina de humo que oculte a los ciudadanos que estas tres formaciones, a su juicio, son las responsables de la actual crisis económica en Cataluña y España.