El ministro de Finanzas alemán, Wolfgan Schauble, conversa, ayer, con el ministro de Economía español, Luis de Guindos. :: JOHN THYS / AFP
Economia

Alemania descarta el rescate porque España «puede salir por sus propias fuerzas»

El titular de Finanzas germano asegura que Madrid «no necesita un programa de asistencia porque está haciendo todo lo necesario»

LUXEMBURGO. Actualizado: Guardar
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Alemania certificó ayer su oposición frontal a que España pida el rescate. En una tesis que empieza a cuajar en el seno del Eurogrupo, el ministro de Finanzas germano, Wolfgang Schäuble, remarcó que el Gobierno de Mariano Rajoy puede mantenerse a flote en los mercados «con sus propias fuerzas». El responsable alemán coincidió con su homólogo español, Luis de Guindos, al insistir en que la presión de los inversores tiene mucho que ver con las dudas sobre el futuro del euro. De Guindos, que se comprometió ante sus colegas a cumplir con el objetivo de déficit, auguró que la recuperación de España será «difícil» si la UE en su conjunto no restaña la credibilidad de la moneda única.

Schäuble marcó el tono de las intervenciones en la reunión mensual del Eurogrupo, que ayer se celebró en Luxemburgo con la situación española como eje central de la agenda. «España no necesita un programa de asistencia porque está haciendo todo lo necesario tanto en materia fiscal como con las reformas», indicó. A su juicio, las turbulencias que afronta la deuda nacional representan una prueba más del efecto «contagio» que padecen los socios periféricos. El responsable germano sí reconoció la debilidad de la banca.

Alemania rechaza el rescate de España desde que el debate se desató a la vuelta de las vacaciones veraniegas. Existen diversas razones, como las dificultades que atraviesa la coalición de Angela Merkel cada que vez que acude al Bundestag para validar un nuevo salvavidas para un socio periférico. Tampoco puede olvidarse que la petición de auxilio dispararía en paralelo la intervención del BCE en los mercados, un escenario que escuece aún más en la sociedad germana. Con estos antecedentes, Schäuble fue más allá que el Gobierno de Rajoy al dar por hecho que descarta cualquier tipo de ayuda. «España no necesita ninguna asistencia financiera. Eso es lo que el Gobierno ha dicho reiteradamente y deberíamos confiar en él», apostilló.

El Ejecutivo de Rajoy defiende desde hace semanas que analiza con detenimiento las condiciones de un hipotético salvavidas. La indecisión del Ejecutivo ha sido muy criticada por analistas y expertos, que consideran imprescindible el rescate para afianzar la estabilidad en los parqués. A su llegada a Luxemburgo, De Guindos mostró una creciente sintonía con su homólogo germano al evitar cualquier referencia al rescate. Dijo que buena parte de las presiones sobre la prima de riesgo se deben a la falta de confianza en el euro y llamó a «eliminar» todas las incertidumbres avanzando en la integración de la moneda única a través del supervisor bancario común y una mayor coordinación presupuestaria.

«En la dirección correcta»

Schäuble no fue el único ministro en confiar en las «fuerzas» de España para salir adelante. El titular de Finanzas luxemburgués, Luc Frieden, también rechazó que el Gobierno «necesite ayuda». Al igual que su colega germano, destacó que el Ejecutivo está adoptando «reformas que van en la dirección correcta». Se sabía que Holanda y Finlandia respaldaban el 'no' de Alemania al salvavidas, pero el listado de opositores se mueve al alza. Francia, que había presionado para que Rajoy pidiera auxilio, empieza a comulgar con las tesis de Berlín.

El Eurogrupo tuvo la oportunidad de escuchar de primera mano las explicaciones de De Guindos sobre el último golpe de timón del Gobierno. El ministro de Economía desgranó el contenido de los Presupuestos, los test de estrés a la banca y el plan nacional de reformas. Convencido de que los socios apuntalarán la divisa común, prometió que España hará su «parte» del trabajo. Desde el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker al comisario de Economía, Olli Rehn, expresaron su confianza en los últimos pasos del Ejecutivo.

Más allá de los esfuerzos de España, el buen ánimo reinó durante el Eurogrupo en la puesta de largo oficial del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). Dotado en un principio con una potencia de fuego de 200.000 millones, contará con una capacidad de crédito de medio billón de euros en 2014. Los socios todavía no han alcanzado un acuerdo formal, pero parece reconducido el pulso sobre la recapitalización directa de la banca. Alemania, que había amagado con dar marcha atrás, ratificó que respetará los acuerdos para que el MEDE pueda inyectar fondos directamente en las entidades. Esta opción resulta crucial para España porque le librará del impacto del rescate del sector financiero en las cuentas públicas. Pero quedó claro que esta posibilidad no será inmediata. Primero deberá funcionar a pleno rendimiento el supervisor bancario común, un organismo que todavía está en fase de negociación.