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Los recortes y las relaciones con la UE protagonizan el congreso anual de los 'tories'
LONDRES. Actualizado: GuardarCon la mente puesta en recuperar la confianza del electorado e impulsar el crecimiento económico de Reino Unido, los conservadores británicos se dieron cita ayer en Birmingham para celebrar el inicio de su congreso anual. Las dudas generadas por los planes de austeridad del Gobierno y el avance de los laboristas en las encuestas constituyen los principales retos de una cita que concluirá este jueves y se antoja crucial para analizar el rumbo de la economía doméstica. Las relaciones con la UE también ocuparán un punto central en la agenda del encuentro, sobre todo en un momento en el que Bruselas empieza a negociar su próximo presupuesto para 2014-2020.
«Si hay que decir que 'no' a un tratado que no sea adecuado para Reino Unido, diré 'no'». Fue la advertencia lanzada por el primer ministro, David Cameron, en una entrevista publicada en 'The Sunday Telegraph'. El jefe del Ejecutivo británico -que ya en diciembre de 2007 fue el único miembro de los Veintisiete que se negó a apoyar un pacto fiscal para superar la crisis- es partidario de que la UE cuente con dos presupuestos separados. Uno para los 17 países que forman parte de la eurozona y otro para los 10 Estados que se encuentran fuera de la moneda única.
Ante una semana que se prevé intensa para los 'tories', Cameron ya ha mostrado su rechazo a las exigencias de su número dos, el liberaldemócrata Nick Clegg, que aboga por imponer un impuesto a las propiedades más caras. Asimismo, el mandatario descartó recortar subsidios a los pensionistas acaudalados para erradicar el déficit. Otra de las propuestas que avanzó es la ejecución de más medidas de austeridad y la necesidad de recortar en 2015-2016 el gasto público en otros 16.000 millones de libras (19.797 millones de euros). «Justos» esfuerzos, según defendió.
«No puedo pronosticar la economía y no puedo saber exactamente lo que ocurre diariamente con el crecimiento, pero puedo afirmar que nuestra economía se está reequilibrando», añadió, tras considerar que es «demasiado pronto» descartar que su Gobierno pueda cumplir el objetivo de reducir la deuda pública antes de 2015.
Consciente de la necesidad de contener el gasto y del descontento que acarrean las políticas de ajuste, Cameron intenta buscar un punto de equilibrio con el electorado. Por ese motivo, en los próximos días anunciará la congelación del impuesto sobre la propiedad para el próximo año en Inglaterra y fijará un tope para que las tarifas de los billetes de tren no suban más de un 1%.