Los partidos minoritarios denuncian que salen perjudicados con el reparto

La propuesta del PP de rebajar en un 30% la estructura municipal ha caído como un rayo a las formaciones minoritarias. Consideran que será más difícil para los partidos pequeños lograr un concejal, al tiempo que suscriben que la medida favorece la consolidación del bipartidismo en España. El secretario local de UPyD en Cádiz, Manuel Pérez Fabra, destaca que su partido está en claro ascenso y prueba de ello es que el resultado obtenido en la capital gaditna en las elecciones generales del pasado noviembre les hubieran aportado un concejal en el Ayuntamiento de Cádiz si esos comicios hubieran sido los municipales. Según Fabra, el reparto de la tarta resulta especialmente gravoso para los partidos pequeños si hubiera que aplicar el recorte del 30% y, al mismo tiempo, la ley D'hont.

Para Manuel Pérez Fabra, la aplicación de esta medida del PP solo favorece la consolidación del bipartidismo político, es decir, los partidos más votados barrerían y, por tanto, acapararían las corporaciones. En su opinión, la reforma de la ley que se plantea no entra en el auténtico problema de fondo de los ayuntamientos y es el control de los sueldos y de las dietas. El responsable en Cádiz de UPyD indica al respecto que si el Gobierno de la nación quiere recortar en gastos en los ayuntamientos debe empezar por reducirlos salarios de alcaldes y concejales y, al mismo tiempo, controlar las dietas. Considera que el PP, con esta actuación, toma una medida populista de cara a la galería, que aplicará en las elecciones de 2015.

Desde otros frentes políticos se pone de manifiesto que todos los supuestos y todas las valoraciones, opiniones y críticas que se hagan o que se reciban de la propuesta de recorte del 30% de los concejales de los municipios hay que ponerlas en cuarentena. Así, el catedrático de Matemática Aplicada,Victoriano Ramírez, reconoce que puede haber muchas simulaciones sobre la base de la reducción del 30%. Señala que estamos solo ante una propuesta. No obstante señala que la aplicación favorece a unos y perjudica a otros. Los más beneficiados son los partidos mayoritarios, pero para comprobar en qué grado habrá que esperar a los resultados de las elecciones de 2015 y compararlos con los actuales