Economia

Moody's prepara el terreno para una rebaja de la nota de España

La agencia aplica una drástica degradación a la deuda subordinada de los bancos nacionalizados

MADRID. Actualizado: Guardar
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La agencia de calificación Moody's sigue con la guardia alta. Mientras estudia rebajar la nota de España, una revisión que había previsto publicar antes del 30 de septiembre pero luego aplazó hasta tener más elementos de juicio, acaba de evaluar en los niveles más altos de riesgo los instrumentos financieros problemáticos de los bancos nacionalizados.

En la madrugada del sábado, hora española, la agencia comunicó el descenso a la categoría C -la calificación más baja que concede, que alerta del riesgo de impago- la deuda subordinada senior y los instrumentos híbridos -participaciones preferentes- de los cuatro grupos incluidos en el grupo 1 de los bancos españoles, Bankia y su matriz, Banco Financiero y de Ahorros (BFA); Catalunya Banc; NCG Banco, y Banco de Valencia. Explica que esta degradación es reflejo de «las muy altas pérdidas esperadas, así como de los planes de Gobierno para imponer pérdidas a los titulares de estos instrumentos».

Al mismo tiempo, Moody's ha reducido las notas de la deuda senior y de depósitos de Banco de Valencia de B3 a Caa1 (riesgo de crédito muy alto) por el peligro que han de afrontar los acreedores preferenciales, derivado de que esta entidad sufrirá un proceso de resolución ordenada. Otras clasificaciones de deuda, así como las evaluaciones del crédito independiente de Bankia-BFA, Catalunya Banc y NCG, se mantienen en revisión con vistas a un descenso, en línea con la decisión de Moody's de revisar a la baja la calificación de la deuda del Gobierno español.

Estos recortes responden no pueden considerarse una sorpresa. Al fin y al cabo, las entidades bajo control del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) están a la espera de recibir una inyección de capital vía recursos europeos, han suspendido las pruebas de resistencia y sus accionistas o equivalentes no pueden ignorar la pérdida de valor que sufrirán sus títulos de propiedad, porque Bruselas condiciona la obtención de ayudas públicas a estos sacrificios.

Pero el anuncio es un signo adicional de que la evaluación general que prepara la calificadora no va por buen camino. A finales de junio, Moody's rebajó de golpe en tres tramos la nota de la deuda de España, hasta entonces evaluada con A3 -un notable bajo- para dejarla en Baa3 -aprobado raspado- y la situó con perspectiva negativa. La agencia anunció entonces que volvería a pronunciarse transcurridos tres meses, para dar tiempo a que se dieran a conocer las necesidades de capital del sector bancario y el proyecto de Presupuestos generales del Estado. Pero también insinuó que quedaba a la espera de asuntos como los avances en el proceso de unión bancaria europea.

Conocido el resultado de las pruebas de resistencia bancarias y el diseño de las cuentas públicas, la firma de calificación no ha dejado de mandar mensajes. Juzgó positivo el examen de las entidades de crédito, pero calificó de «insuficientes» los resultados. Le pareció inadecuado que en el escenario adverso se planteara un 6% de capital, cuando el requerido en el escenario base era del 9%. Por eso la calificadora consideró que la banca española necesitará de 70.000 y 105.000 millones para recapitalizarse, frente a los 53.745 millones estimados por el análisis de la consultora Oliver Wyman.