Varios soldados del Ejército turco toman posiciones en la localidad de Akcaka, cercana a la frontera con Siria. :: BULENT KILIC / AFP
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Turquía tiene luz verde en Siria

La tensión en la frontera se reduce tras las condolencias enviadas por Damasco

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Las fuerzas turcas tienen luz verde para actuar en Siria durante el próximo año. Este es el punto esencial acordado ayer en una reunión celebrada a puerta cerrada por el Parlamento turco tras el ataque de un obús sirio, que se cobró el pasado miércoles la vida de cinco personas de la misma familia en la localidad fronteriza de Akcakale.

Mientras se activaban las vías diplomáticas para buscar el apoyo de la OTAN y la ONU, Ankara no perdió el tiempo y respondió abriendo fuego contra posiciones militares de Siria en la cercana Tel Abiad y matando a «varios soldados», según los opositores sirios, aunque Damasco no ha confirmado la muerte de ningún miembro de sus fuerzas armadas. Fue el primer paso de las «represalias» anunciadas en caliente por el primer ministro Recep Tayyip Erdogan. El segundo llegó con la decisión de la Asamblea -adoptada por 320 votos a favor y 129 en contra- por la que a partir de ahora podrán enviar tropas «cuándo y cómo se considere conveniente y con los medios que se estimen oportunos» para responder a «acciones agresivas, dirigidas también contra territorio turco», según la moción aprobada. Mientras, a las puertas de la Cámara, decenas de manifestantes gritaban «no a la guerra».

La escalada de tensión sobre el terreno se fue serenando con el paso de las horas y las condolencias oficiales por parte de Damasco a las familias de las víctimas del obús. «Ofrecemos nuestro pésame, pero no nuestras disculpas porque el incidente sigue bajo investigación», declaró Bashar Yafari, enviado sirio en la ONU. Unas condolencias que Moscú se había apresurado a exigir a su socio nada más conocer el «trágico incidente», según Serguéi Lavrov, jefe de la diplomacia moscovita. «Lo han reconocido y han prometido que no volverá a pasar, y eso está bien», manifestó el viceprimer ministro turco, Besir Atalay, que rebajó el grado de la moción aprobada por el Parlamento y la calificó de «disuasoria». Atalay quiso dejar claro que «no es una moción a favor de la guerra. La hemos aprobado por si la necesitamos en el futuro», recogió la agencia Anadolu.

Los 28 representantes de la OTAN realizaron una reunión de urgencia en Bruselas para mostrar su apoyo firme a Ankara. El resultado fue la demanda a Siria de «un inmediato cese de tales acciones agresivas contra un aliado», además de instarle a acabar con sus «flagrantes violaciones del derecho internacional».

Diferencias en la ONU

En el Consejo de Seguridad de la ONU, después de escuchar las conciliadoras palabras de «preocupación ante la escalada bélica» del secretario general Ban Ki-moon, volvieron a escenificarse las diferencias entre las grandes potencias y Rusia vetó una nueva resolución de condena al régimen por el ataque contra Akcakale. En su lugar propuso un texto más genérico que pide «moderación» en la frontera de 900 kilómetros que comparten ambos países y donde se sitúan la mayor parte de los campos que albergan a más de 90.000 refugiados.

Desde Damasco pidieron al Consejo de Seguridad la condena de los atentados suicidas en cadena que el miércoles por la mañana, antes del incidente del obús, costaron la vida a más de cuarenta personas en Alepo. Siria acusa a Turquía de permitir el paso de yihadistas a su país y de ofrecer apoyo económico y militar al opositor Ejército Libre Sirio al que califica de «terrorista».