Los obreros ya están trabajando en el segundo bloque de Aifos. | C. C.
SAN FERNANDO

El final de una pesadilla inmobiliaria

Uno de los dos edificios ya está terminado y los pisos se han empezado a ocupar mientras que el otro estará listo dentro de un año

SAN FERNANDO. Actualizado: Guardar
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Punto y final. La pesadilla que comenzó hace unos cinco años, prácticamente ha terminado. Lo hace sin final feliz para muchos de los afectados, que siguen en pleitos por su dinero y se han quedado sin vivienda. Pero también convirtiéndose en la ilusión de otras muchas familias, que comenzarán una nueva andadura en estos bloques.

Uno de ellos ya aloja vida, pues se han comenzado a entregar los pisos, mientras que el otro al fin ha desbloqueado su situación y ha reanudado sus obras. Dos edificios que se convirtieron en ejemplo de la caída del ladrillo y de la crisis, incluso llegaron a salir en televisiones coreanas por ello. Un residencial que ha visto protestas, movilizaciones y encadenamientos. Unas construcciones que fueron olvidadas, desvalijadas y pintadas por grafiteros. Unos pisos que pasan página a su oscuro pasado para prolongar las viviendas de Ronda del Estero. Cala del Sol ya es una realidad, aún a medias, pero con el futuro resuelto.

El bloque está terminado. Actualmente se ha conseguido vender la mitad de las casas de la promoción y desde Banesto, entidad bancaria que se hizo cargo del inmueble, se busca completar la inversión captando clientes en plena calle Real, repartiendo publicidad y con una especie de 'stand' en las puertas de la oficina bancaria.

Su estrategia para dar salida a los pisos no es otra que bajar al máximo los precios, por lo que desde unos 70.000 euros se puede acceder a uno de los apartamentos. La intención de los afectados era que se les respetase las cantidades dadas, algo a lo que el banco se negó, ya que no contaban con aval y el dinero se lo había llevado Aifos. Pero en algunos casos el coste de las viviendas es muy inferior a lo que les quedaba por pagar. Del dinero que entregaron por esas viviendas ya no hay rastro. Esa es otra pelea judicial en la que muchos están inmersos, a la espera de conseguir despertar de la pesadilla sin que se convierta en realidad.

Sin embargo, para muchos isleños es una oportunidad poder acceder a su primera vivienda por un precio asequible, además de contar con ventajas de financiación al ser propiedad de una entidad bancaria. Ya se puede ver el trasiego de muebles, sillas de playa en el salón a la espera del sofá, mientras se escuchan los martillos y taladros.

Hasta 2014

Más escandaloso es el ruido que se escucha en el edificio contiguo. Aquel que solo cuenta con su armazón de ladrillos y que después de años vuelve a acoger a obreros en su interior. Los trabajos se han reanudado y según la planificación de la otra entidad que se ha hecho con su propiedad (Unicaja), se espera que la actuación esté terminada para finales del próximo año. Por lo que si no surge ningún otro problema las viviendas podrían comenzar a darse para primeros del año 2014.

Actualmente los afectados de ese bloque están negociando con la propia Unicaja sobre la financiación. Por el momento el banco quiere imponer el precio fijado en los documentos legales y respetar lo que queda por entregar a los que finalmente se decidan. Claro que es una promoción más atrasada y por tanto las cantidades son más elevadas. Muchos propietarios se lo están pensando ya que consideran que tal y como está la situación del mercado, los precios de estos pisos tendrán que asemejarse a los de su homólogo o incluso seguir cayendo. La negociación tan solo ha comenzado y habrá qué ver lo que ocurre al final. Al menos ya se tiene una fecha para que acaben las obras.