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Modulen sus pataleos

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Se le ocurrió ayer decir a la señora delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, que hay que modular el derecho de manifestación. ¿Modular? No está muy claro si se refiere a regular el volumen de los gritos de los que ejercen un derecho democrático, recogido en nuestra Constitución, o si está hablando justo de eso, de acabar con uno de los pilares del Estado de Derecho.

Parece que hay algunos a los que les da rabia el pataleo, porque no hay que engañarse, en la mayoría de los casos las protestas se quedan en el simple pataleo. Será que no se acuerdan de que no hace tanto en España ni siquiera eso se podía hacer. Patalear. Remover conciencias. Molestar. Gritar al oído del que se hace el sordo. Llegar al límite, no rebasarlo, que entonces dejamos de hablar de pataleo y empezamos a usar el término meter la pata. Usar la palabra para demostrar la razón. ¿Qué hay que modular? No me queda claro.

Es evidente que hay protestas más molestas que otras. Pero no por eso unos van a tener menos derecho a manifestarse o a hacer una huelga que otros. Y si el problema es que varios colectivos coinciden en hacerlo al mismo tiempo habrá que plantearse qué es lo que se está haciendo mal para tener a tanta gente descontenta. En Cádiz de nuevo se amenaza con una huelga de basuras. Quienes la convocan saben que es una medida impopular. La última que hicieron hace apenas un par de meses no les sirvió de nada. Todo lo contrario, los propios ciudadanos se les echaron encima. Casi nadie entendió que abandonaran un servicio básico en un momento crucial para la ciudad. Uno de los portavoces incluso fue agredido en la puerta de su casa. A pesar de todo vuelven a convocar una huelga indefinida. Esta vez no para que les suban el sueldo. Lo hacen por solidaridad con dos compañeros que han perdido su trabajo. Me parece un motivo loable, pero será que la sociedad me ha vuelto un descreído. Seguro que algún interés más hay. Me huele a órdago. Patalear. Remover conciencias. Molestar... pero no inmolarse. Sea como sea, me parece bien que protesten, que luchen por algo que creen justo. Me joderá cuando lleven tres días sin recoger las bolsas de la puerta de mi casa. Seguro. Pero esto es la democracia. Con sus pros y sus menos pros.