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Luz sobre el 'Guernica' y los convulsos años 30
El Reina Sofía reúne 400 piezas de una década clave en la que el arte basculó «entre la propaganda y la pedagogía»
Actualizado: GuardarPara los historiadores del arte, los cambios decisivos en la plástica del siglo XX se dieron en las dos primeras décadas del siglo. Pero fueron más radicales y sustanciales los que llegaron en los convulsos y conflictivos años treinta, los de los totalitarismos de todo signo y la guerra global. Esta es la tesis de 'Encuentros con los años 30', la ambiciosa muestra con la que el museo Reina Sofía celebra el aniversario del 'Guernica' y pone en valor una década crucial. Lo hace con más de 400 piezas de primera línea, obras clave para el devenir plástico del siglo XX que exhibe en 2.000 metros cuadrado en dos plantas del edificio Sabatini. El 70% de las piezas, cedidas por grandes museos y colecciones de todo el mundo, no se había visto antes en España.
Con esta muestra que inauguran hoy la reina Sofía y el ministro José Ignacio Wert, se celebran los 75 primeros años del 'Guernica', alma y pulmón del museo público, y se reordena la colección estable en la segunda planta, la que alberga la universal obra pintada por Picasso en 1937. Se revisa el discurso expositivo al calor de la tesis que defiende el director del Reina, Manuel Borja-Villel, también comisario de la muestra junto a Jordana Mendelson, para quienes «los grandes cambios llegaron en aquellos años treinta que afrontaron conflictos semejantes a los que vivimos hoy». Un momento «de una intensidad e importancia centrales para el arte, como demuestra el 'Guernica', en el que los regímenes autoritarios, lejos de rechazar las vanguardias, comprenden que la hegemonía cultural es el paso previo y necesario para la dominación política». Años decisivos y convulsos en los que «los artistas chocan con sus fantasmas y buscan soluciones» en un rica ensalada de 'ismos', tendencias y movimientos «a partir de la abstracción, el surrealismo o el realismo».
Contradicciones
La muestra «hace justicia con un período crucial y poco estudiado del siglo XX, que sienta las bases de la actualidad por la intensidad y la implicación de los artistas en su labor, en la sociedad y en la política y en el que la creación se movió entre la propaganda y la pedagogía, entre lo popular y lo populista», según Borja-Villel. Un tiempo en que artistas y políticos «se enfrentan y se apoyan en una relación ambigua». Que se tiene «por un periodo menor para el arte, una etapa de eclecticismo y con un arte meramente instrumental, cuando en realidad fueron años de enorme intensidad y creatividad en el que el arte español conecta con el internacional y junto a Miró y Picasso emergen Bores, Gargallo o Maruja Mallo».
La exposición es así un esclarecedor e intenso paseo por el arte del siglo XX y sus contradicciones de la mano de algunos de sus más relevantes creadores: Pablo Picasso, Joan Miró, Paul Klee, Yves Tanguy, Moholy-Nagy, Man Ray, Max Beckmann, René Magritte, Robert Delaunay, André Masson, Piet Mondrian, Wassily Kandinsky, Luis Buñuel, Joaquín Torres-García, Alexander Calder o Mario Sironi, entre tantos y tantos otros. Muchas de sus obras no se habían visto jamás en España y constituirán grandes y gratas sorpresas, como el óleo de Antonio Berni 'New Chicago Athletic club' (1937), que muy rara vez cede el MoMA.
Se ha estructurado la exposición en seis secciones que ofrece un panorama global de todos los 'ismos' que convivieron la década que vemos ahora con nueva luz: Realismos; Abstracción; Cultura expositiva: Exposiciones internacionales; Surrealismo; Fotografía, cine y carteles; España: Segunda República, Guerra Civil y exilio.
En la segunda planta, y en torno al 'Guernica', se reordena la colección permanente en un discurso que se remonta a Goya y su pionera aproximación a la guerra para explicar luego el arte plural de la República, la Guerra Civil y el exilio. Se presta atención especial al pabellón español en la Exposición Internacional de París que en 1937 albergó el 'Guernica' y la fuente de plomo de Alexander Calder. «Tratamos de expresar ideas muy complejas de manera muy clara, comprensible y fácil de ver a través de los encuentros entre artistas, obras, grupos, movimientos, estilo no homogéneos, modelos y públicos que han sido a menudo el motor de la creación», resume la comisaria. «Reflexionamos sobre lo que pasó en los años 30 y sus lecciones», concluye Mendelson.