Rajoy acusa a los independentistas de causar «un daño enorme a su país»
Denuncia «el empeño» de los nacionalistas catalanes y vascos por «crear inestabilidad y dificultar la salida de la crisis»
VITORIA. Actualizado: GuardarMariano Rajoy aprovechó ayer su estreno electoral en el País Vasco para lanzar un serio reproche a los líderes de CiU y PNV, Artur Mas e Iñigo Urkullu, quienes en la víspera se retrataron juntos en la Generalitat. En sus primeras declaraciones en profundidad sobre la explosión independentista de Cataluña, el presidente del Gobierno denunció «el empeño de los nacionalistas por romper» España y «generar» con esas tensiones «inestabilidad» a los ojos de Europa, algo que, en su opinión, es «enemigo de la recuperación económica». «Quienes están jugando a eso están haciendo un enorme daño a su país», advirtió el presidente del Gobierno en un acto de precampaña electoral en Vitoria.
Rajoy evitó citar a Mas y Urkullu, pero los convirtió en destinatarios de sus andanadas, especialmente al primero de ellos. Vinculó soberanismo y crisis, y subrayó que la «estabilidad política es capital» para dar «seguridad» a la economía y garantizar el mantenimiento de las pensiones y los servicios sociales, entre otros pilares del Estado del bienestar. «Generar división, inestabilidad y enfrentamiento es lo peor que se puede hacer en una situación de crisis», indicó sobre el desafío independentista de Cataluña, en una crítica extensible a las aspiraciones soberanistas del PNV.
Pese a que Urkullu quiso marcar las distancias con el contexto catalán en su cara a cara con el presidente de la Generalitat en Barcelona, Rajoy habló de ambos en términos genéricos al denunciar «el empeño de los nacionalistas por generar a los ciudadanos más problemas de los que ya tienen, que son suficientes». El jefe del Gobierno no aludió directamente al referéndum de autodeterminación que se plantea convocar Artur Mas con o sin el permiso del Estado. Pero sí censuró con dureza a quienes quieren «romper, fracturar e ir en contra del sino de los tiempos», en vez de contribuir a crear «unidad aquí y en Europa».
Rajoy cambió su habitual mesura en el discurso por la contundencia ante el «órdago independentista» del nacionalismo catalán. El presidente del Gobierno acusó a «quienes juegan» a la secesión de «dificultar la salida a la crisis» en un momento «crucial» para el eventual rescate de España y su posición ante Bruselas. Frente a «los que han iniciado un camino hacia ninguna parte», apostó por la senda de la Constitución y del Estatuto de Gernika como marcos de convivencia «que tienen que seguir existiendo por muchos años». En resumen, contrapuso «la sensatez y el sentido común» de los populares a la «ambigüedad y el cálculo alicorto» de los independentistas.
Por este motivo, consideró que el PP es el «único partido» capaz de garantizar «la estabilidad» y la «permanencia en Europa». Del PSOE, que aboga por un modelo federal para mejorar el encaje de las singularidades de las comunidades históricas, apenas se acordó en su intervención.
Disolución de ETA
Rajoy confirmó en su discurso que las demandas independentistas y sus eventuales repercusiones en la recuperación económica se han convertido en un motivo de preocupación en la Moncloa. Otro de los objetivos de la legislatura será la gestión del final del terrorismo, aunque fue muy somero en la exposición. El presidente del Gobierno insistió en exigir a ETA su disolución sin condiciones. «No hay nada que negociar con ella. Solo Ley y Estado de Derecho», reiteró.
El PP cargó ayer con todos sus argumentos para intentar desacreditar el desafío soberanista. En su último gran acto político antes del inicio oficial de la campaña, el candidato popular a lehendakari, Antonio Basagoiti, acusó a Artur Mas de «abrir la esclusa de la independencia, a pesar de sus graves consecuencias». «La situación pide calma, pero los nacionalistas siguen azuzando las bajas pasiones», insistió. Basagoiti volvió a llamar a la movilización de su electorado porque un PP «fuerte es fundamental para moderar la política» y dar «equilibrio» al próximo Parlamento vasco.